La Torre, carta que indica deconstrucción; cierre de ciclos y nuevos comienzos. A veces llega en forma de las injusticias.

Hay personas que tienen “suerte” y hay quienes no. Algunas personas son víctimas de ser desplazadas en su trabajo por actos de favoritismo en los momentos de cambios de administración en gobierno y otras instituciones. El acceso a fondos, recursos, becas, financiamientos y hasta donativos privados está condicionado a factores con frecuencia muy fuera de nuestro alcance. La actitud que tomamos antes estas circunstancias varía de persona a persona.

Podemos protestar, buscar desquitarnos, quejarnos, hacernos las víctimas, buscar opciones, rendirnos... Las injusticias son reales. Y la injusticia que sufro yo con frecuencia significa que alguna otra persona está cosechando los beneficios que a mí se me niegan. Entonces también puede surgir la opción de sentir envidia y rencor, despertando tal vez las ganas de venganza.

Hace días hablaba con una mujer que justo, junto con su esposo, está pasando por un momento así. Ella es muy positiva y su comentario más notorio fue, “La verdad es que siento como que todo se destruyó para poder empezar desde cero, y eso siempre es algo bueno.” La verdad es que nunca empezamos de cero. Tenemos la experiencia y el crecimiento del tiempo que ha pasado, y no somos las personas que éramos en el pasado.

Recordé la carta de La Torre. Cuando sale en una lectura tiene ese significado. La Torre indica una deconstrucción. No es destruir. La deconstrucción trata de revisar creencias y situaciones para dejar atrás lo que ya no nos sirve y tomar lo que sí. Nuestro ir y venir por la vida nos lleva a estos momentos. Tienden a ser muy difíciles. Claro que quisiéramos evitar el sufrimiento y la preocupación que nos provocan. Claro que nos podemos enojar con factores o personas que nos han “causado” las complicaciones. Pasaremos, seguramente, por varias etapas en el proceso de sobrevivir y continuar construyendo nuestras vidas.

La mujer con quien hablé hace días seguirá. Lo sé porque la conozco bien. Mientras, yo estoy enojada con quienes han buscado aprovecharse de ella y afectarla en su vida laboral. Así es la vida. También se vale.