La reina Isabel II dijo que 1992 fue su ‘annus horribilis’. ¿Podría el 2022 rivalizar con él?

Piensa en todos los escándalos de época que conozcas relacionados con la Casa de Windsor: Las llamadas telefónicas lujuriosas de Carlos y Camilla; la angustia de Diana; el “escándalo del dedo del pie” de Sarah Ferguson. Todo ello ocurrió en un año calamitoso.

“1992 no es un año en el que miraré hacia atrás con placer”, dijo la Reina el día de su jubileo de rubí, antes de aclararse la garganta.

“En palabras de uno de mis corresponsales más comprensivos, ha resultado ser un ‘annus horribilis’”.

Se suponía que iba a ser un día de triunfo, para marcar los 40 años de la reina Isabel II en el trono. En su lugar, la jefa de Estado pronunció la frase en latín, que significa “año horrible”.

Tras décadas de un servicio ejemplar y sin escándalos, era muy consciente de que 12 meses catastróficos habían puesto en peligro su historial.

“Ninguna institución -ciudad, monarquía, lo que sea- debe esperar estar libre del escrutinio de quienes le dan su lealtad y apoyo, por no hablar de quienes no lo hacen”, dijo como reseñan diferentes medios.

“Este tipo de cuestionamiento también puede actuar, y debe hacerlo, como un eficaz motor de cambio”.

Fue un impresionante alegato a favor de la bondad, y un voto para reformar una antigua institución.

Y vino de una mujer que había pasado gran parte de su vida fortificando la monarquía como pilar de la vida británica a través del estoicismo y la tradición.

Ahora, 30 años después, la vida de servicio público de la Reina Isabel II se enfrenta a otra prueba, varias de hecho.

La Reina perdió a su marido y patriarca de la familia, el Príncipe Felipe; su nieto y su esposa han dejado al descubierto la profundidad de sus desavenencias con el palacio en una entrevista reveladora; y su hijo, el Príncipe Andrés, fue demandado por Virginia Giuffre, que alega haber sufrido abusos sexuales por su parte cuando tenía 17 años.

Por su parte, el segundo en la línea de sucesión, el Príncipe Guillermo, no ha podido librarse de los rumores de ruptura con su hermano el Príncipe Harry.

Un documental de la BBC en dos partes, centrado en la relación de los príncipes con la prensa, ha sacado a la luz los secretos de la familia con los medios de comunicación.

Tras un año turbulento para la familia real, parece que los retos a los que se enfrentan la Reina y la propia monarquía pueden amenazar a la institución más que nunca.

Y es que el reinado de Isabel II no sólo es el más largo de una línea real británica que se remonta al menos a mil años, sino que también ha sido un ejercicio de adaptación al cambio, sin cambiar realmente mucho.

Se comprometió a los 21 años, cinco antes de la muerte de su padre, a una vida al servicio de Gran Bretaña y de lo que entonces era su imperio.

“Declaro ante todos ustedes que toda mi vida, sea larga o corta, estará dedicada a su servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos”, dijo en 1947.

A sus 95 años, su vida ha sido larga: 14 presidentes de Estados Unidos, de hecho. Conoció al Presidente D. Dwight Eisenhower en 1957, y luego a todos los líderes estadounidenses que vinieron después, con la excepción de Lyndon Johnson.

Los encuentros solían ser todo sonrisas, pero a veces no.

Sin embargo, la reina sigue adelante.En una declaración publicada con motivo de su Jubileo de Platino, la reina Isabel II renovó su compromiso de seguir haciendo lo que siempre prometió hacer: su trabajo.

Con una sonrisa.