¿La vocación de servicio es algo con lo que se nace o es, en cambio, algo que se forja de otras formas? Para Camila Fuentes Mata este dilema tiene una clara respuesta: se nace con vocación.

A su corta edad de 22 años, organiza foros y es cofundadora de la Asociación Trascender Saltillo. También es creadora de grandes proyectos de impacto social como la biciescuela. Su sueño es trascender las conciencias.

Recuerda que de niña veía el popular programa chileno “21 Minutos”, un noticiero dirigido para niños y protagonizado por títeres.

Juan Carlos Bodoque, un personaje principal de este programa, era su favorito. Periodista dedicado a exponer denuncias sobre medio ambiente con un lenguaje claro y chistoso.

“Yo quería ser como él. Y hoy de alguna manera lo hago”, comenta Camila, quien se ha dedicado a explicar y proponer soluciones medioambientales en Saltillo.

Bastan 15 minutos de plática con ella para entender su inclinación al activismo. Y cómo no ser propositiva y ayudar a su comunidad, si desde niña vio en su familia esa misma inclinación de ayudar. Desde su abuelo hasta su hermana, siempre han estado dispuestos a involucrarse en las actividades comunitarias.

Como la mayoría de las personas exitosas, Camila tiene el apoyo y guía de su familia. En el camino se ha encontrado con jóvenes que comparten su sentido de servicio a la comunidad. Ya sea en foros, asociaciones o en la escuela, ella termina transformando su entorno.

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Consciente de que la etapa de la juventud tiene fecha de caducidad, su objetivo es conectar con las nuevas generaciones para dejar la semilla del cambio.

Actualmente, es maestra en la Universidad Carolina y esta actividad le permite estar en contacto con los jóvenes y promover los valores que la llevaron a lograr sus metas.

Su mayor preocupación es el medio ambiente, por ello promueve una ciudad incluyente, donde el uso de los vehículos motorizados disminuya y se incrementen los peatones.

Cada día lucha contra el desánimo y su entusiasmo ha contagiado a otros jóvenes saltillenses.

Aunque no se considera una activista dentro de la crisis climáticas, sí realiza su aporte para cambiar el panorama, con programas y pláticas de concientización sobre este problema global.

Camila logró romper las barreras del desánimo ciudadano y hoy es una inspiración para jóvenes de su edad. Vive, inspira, crea y trabaja por su comunidad. Sueña con una ciudad incluyente, sostenible y de respeto al medio ambiente.