Conoce a Mariana Rodríguez, la primera mexicana en el Top 20 de las mejores bailarinas en The Dance Awards
Todos los sueños conectan con tus raíces. Pero si para cumplirlos tiene que viajar, salir de tu país y aprenderlo todo desde cero... entonces no hay otro camino para ti. Ese es el caso de Mariana
Sus pies, su cuerpo, todo en Mariana Rodríguez López estalla con ritmo, se mueve con gracia, encarna la danza.
Si ella es ejemplo de que en el mundo del arte se puede conseguir el éxito sin perder la pasión, es porque desde los 6 años, sus pies sintieron el placer de moverse con libertad sobre la duela. Que el talento está, sí, pero florece de verdad cuando se acompaña de trabajo duro.
Y aunque al principio no le gustaba, aunque prefería el fútbol, el ballet la conquistó. No tardó mucho en empezar a competir, a participar en convenciones en México y en Estados Unidos, y esa dedicación generó sus frutos.
La academia de baile D’Jazzle dio la técnica, la respiración, la resistencia. Y en un abrir y cerrar de ojos, Mariana ya había terminado la preparatoria. Se tomó un año sabático, cruzó la frontera para estudiar en un conservatorio de baile como parte de un entrenamiento intensivo.
Estos esfuerzos le permitieron llegar en más de una ocasión al Top 3 en concursos en Anaheim, Chicago y otros lugares de Estados Unidos. En 2019, su rutina logró que por primera vez una mexicana quedara en el Top 20 de las mejores bailarinas enThe Dance Awards, celebrado en Orlando, Florida. Y como no fue suficiente, Mariana quedó en el Top 13 de la edición 2020.
Ahora cursa una licenciatura en diseño en la Universidad de Monterrey, pero su camino artístico no se ha ido. “Lo que me gusta de bailar es que es un sentimiento liberador y cada que lo hago siento que estoy en otro lugar. Creo que cuando empecé de chiquita estaba la mentalidad de la competencia, de sobresalir, pero ahorita que voy creciendo, cuando lo hago, lo hago más por disfrutar, porque realmente me gusta hacerlo y me llena. Claro que sigo buscando oportunidades, pero mi relación ha cambiado con la danza”, dice.
Todo 2021 lo aprovechó para empaparse de lo que puede llegar a ser una carrera, una vida, dedicada a la danza. Por supuesto, gracias a los maestros de los que aprendió e incluso los coreógrafos con los que colaboró, algunos de los cuales tienen experiencia en Broadway.
Todo 2021 lo aprovechó para empaparse de lo que puede llegar a ser una carrera, una vida, dedicada a la danza. Por supuesto, gracias a los maestros de los que aprendió e incluso los coreógrafos con los que colaboró, algunos de los cuales tienen experiencia en Broadway.
Sin embargo, reconoce que perseguir profesionalmente su sueño como artista no es sencillo en México, hay prejuicios y el sistema en general no está diseñado para que alguien avance con seguridad por ese camino.
“A mí me encantaría poder dedicarme a la danza y al arte viviendo en México, pero siendo realista sé que no es lo que más me gustaría, no es la mejor opción, no hay muchas opciones y no hay mucha apreciación”, comparte.
No obstante, sigue buscando las oportunidades para sacar adelante esta vocación, e incluso aunque ya está estudiando una licenciatura en diseño en la Universidad de Monterrey, la danza no se aleja de su vida, la sigue alimentando, dándole motivación y espera que en el futuro pueda encontrar la manera de volver a ella plenamente.
También reconoce con gratitud que su viaje artístico no sería posible sin el respaldo incondicional de sus padres. Ellos han sido los pilares que la han alentado a perseguir su pasión y perseguir sus sueños en un mundo donde la estabilidad laboral en el arte, y especialmente en la danza, puede ser esquiva.
Mariana Rodríguez personifica la idea de que, a pesar de los obstáculos, el arte y la danza pueden convertirse en un camino de realización personal y profesional. Con una fuerte convicción, la pasión por este arte y el apoyo de sus seres queridos, Mariana se encuentra en un viaje que promete llevarla a nuevas alturas sobre la duela.
Y será siempre un gusto verla en el escenario, porque sus pies, su cuerpo, todo en Mariana estalla con ritmo, se mueve con gracia, encarna la danza.
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