De La Voz Azteca a Netflix, Disney y Amazon: Diego Meléndez, el niño que cantaba con un micro más grande que él
Actor de teatro y cine, músico, pero ante todo una persona feliz, este joven saltillense nos invita a disfrutar de la vida como niños, con sueños y sin filtros
“No hay sueño que no pueda cumplirse ni miedo que no pueda vencerse”. Hacer tus sueños realidad es la mayor satisfacción que puedes alcanzar en tu vida.
Esto es lo que defiende Diego Meléndez Flores, actor de teatro y cine, que además es músico, y lo que ha convertido en su filosofía de vida, siempre acompañado y fortalecido por su familia.
El mundo artístico incluye un sinfín de posibilidades para depositar las pasiones y los sueños. Y de todo ello el oriundo de Saltillo sacó provecho. Después de su primer contacto con el teatro en la prepa, se dio cuenta que no había marcha atrás y que este sería el camino a seguir en su vida.
Recién cumplidos los 18 años, Diego enfrentó a todos sus miedos al aceptar la oportunidad de formar parte de un musical multipremiado de Broadway, que recién llegaba a México, llamado “Urinetown”.
Esto significó dejar su ciudad natal y alejarse de la familia, con la que siempre ha sido muy allegado. Entendió que era momento de perseguir sus sueños y que precisamente ellos eran el pilar para lograrlo.
Y así fue. Después de mudarse a Querétaro llegó a la capital del país, donde finalmente se asentó.
Actualmente, está enfocado al teatro musical, y a sus 24 años puede presumir de grandes éxitos: su participación en las películas “Guau” de Netflix y “Hasta la Madre del día de las madres” de Prime Video, apariciones en series de Disney+ y su carrera como artista independiente, en donde destaca su papel en La Voz México y una reciente colaboración con Juan Solo, que suma miles de reproducciones en Spotify.
Pero todo esto no ha sido espontáneo. Es resultado de años de trabajo, de luchas internas y externas, y de retos que se presentan día con día.
Ejemplo de lo anterior fueron los obstáculos que enfrentó en el reality La Voz México, mismos que lo ayudaron a reconocerse a sí mismo como “un artista hecho y derecho”, por primera vez en su vida.
El pararse en un escenario tan imponente le ayudó a experimentar una suerte de golpe de realidad, que lo llevó a decir: “tengo una voz que merece ser escuchada”.
Esto lo impulsó a atreverse a conquistar las plataformas de streaming, con cada uno de sus proyectos artísticos, que en conjunto van armando este rompecabezas que busca dar forma a sus sueños.
Ahora su siguiente paso está enfocado en un proyecto musical: “Un cuento de Navidad”, protagonizado por Adal Ramones, con el que visitará distintas ciudades de México.
Pero más allá de las películas en las que ha podido participar, los musicales e incluso las canciones que ha sacado –que también son su orgullo–, para Diego su principal motivación es levantarse ante cualquier pronóstico y seguir apostando por las ilusiones de aquel niño que cantaba con un micrófono mucho más grande que él.
Y ser parte de los jóvenes que están cambiando el mundo, ya sea abriendo puertas o construyendo puentes “sobre los cuales muchos de nosotros puedan pasar fácilmente”. Quiere convertirse en ese medio, servir de inspiración y mejorar lo que esté a su alcance.
“El sol brilla para todos; apuesta por lo que anhelas”.
En un mundo dominado por adultos, Diego se considera aún aquel niño. El mismo que micro en mano se la pasa soñando, que no tiene filtros y que no piensa las cosas dos veces. Un niño feliz con su familia, con sus amigos y con la vida.
Si ser un niño en un mundo de adultos puede ser la clave del éxito, ¿por qué no convertirnos en uno?
DE JUGAR A ESTAR EN LA VOZ AZTECA
Pero todo esto no ha sido espontáneo. Es resultado de años de trabajo, de luchas internas y externas, y de retos que se presentan día con día.
Ejemplo de lo anterior fueron los obstáculos que enfrentó en el reality La Voz Azteca, mismos que lo ayudaron a reconocerse a sí mismo como “un artista hecho y derecho”, por primera vez en su vida.
El pararse en un escenario tan imponente le ayudó a experimentar una suerte de golpe de realidad, que lo llevó a decir: “tengo una voz que merece ser escuchada”.
Esto lo impulsó a atreverse a conquistar las plataformas de streaming, con cada uno de sus proyectos artísticos, que en conjunto van armando este rompecabezas que busca dar forma a sus sueños.
Ahora su siguiente paso está enfocado en un proyecto musical: “Un cuento de Navidad”, protagonizado por Adal Ramones, con el que visitará distintas ciudades de México.
Pero más allá de las películas en las que ha podido participar, los musicales e incluso las canciones que ha sacado –que también son su orgullo–, para Diego su principal motivación es levantarse ante cualquier pronóstico y seguir apostando por las ilusiones de aquel niño que cantaba con un micrófono mucho más grande que él.
Y ser parte de los jóvenes que están cambiando el mundo, ya sea abriendo puertas o construyendo puentes “sobre los cuales muchos de nosotros puedan pasar fácilmente”. Quiere convertirse en ese medio, servir de inspiración y mejorar lo que esté a su alcance.
“El sol brilla para todos; apuesta por lo que anhelas”.
En un mundo dominado por adultos, Diego se considera aún aquel niño. El mismo que micro en mano se la pasa soñando, que no tiene filtros y que no piensa las cosas dos veces. Un niño feliz con su familia, con sus amigos y con la vida.
Si ser un niño en un mundo de adultos puede ser la clave del éxito, ¿por qué no convertirnos en uno?
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