¿De las cumbias al Mariachi Vargas de Tecalitlán? Conoce al trompetista prodigioso de Saltillo
Juan Manuel Ramos, trompetista, empresario y soñador. Desde su fugaz romance musical en la infancia hasta conquistar escenarios internacionales, un viaje entre la música, los negocios y la superación
Karla era la niña más bonita de cuarto año de primaria en el Colegio Nicolás Bravo; Juan Manuel Ramos Ramos, su más grande fan. Juanma -como le gusta que lo llamen-, hizo su primer movimiento cuando eligió Música como clase optativa, ahí Karla eligió la flauta transversal, Juanma también, porque así es el amor. Complicidad. El fugaz romance apenas duró una semana, pero sembró en Juanma la semilla de una pasión que florecería con el tiempo: la música.
El destino jugó sus cartas. En aquella clase solo había una flauta transversal, Juanma tuvo que probar con la trompeta, y el resto es historia. No tardó mucho en convertirse en uno de los más destacados del grupo, practicaba en los recreos y en horas libres junto a su maestro, Luis Flores Padre. Pronto llegó a la Orquesta Infantil Cuerdas Mágicas, creada en 2007, cinco años después que la Juvenil, y reconocida por ser una de las primeras en su tipo en Saltillo.
Bastaron un par de años para que Juanma formara parte de la Orquesta Juvenil, semillero de numerosas estrellas musicales. A los 14 años, el trompetista ya buscaba nuevas emociones, no bastaba con la Orquesta, ni con eventos escolares, él quería más.
Una tarde, su maestro le compartió unas partituras, a él le parecieron curiosas, no eran piezas de Franz Schubert, Johann Strauss ni Giuseppe Verdi, eran diferentes. “No me gustan las cumbias”, asegura Juanma, sin embargo, reconoce que en aquel momento encontró un nuevo lugar: su primer grupo versátil.
DE LA MÚSICA NO SE VIVE
“La Cadenita”, “Las Brujas” y “La Mayonesa” son las primeras canciones que se vienen a la mente de Juan Manuel cuando piensa en sus primeros años en Proyecto B, el grupo versátil con el que comenzó a tocar los fines de semana. Juanma ríe al recordar esas noches, cuando todos se convertían en sus cómplices, ayudándolo a salir por la puerta de atrás cuando la policía hacía rondines.
El trompetista cree que eso lo ayudó a madurar rápido, cada fin de semana ganaba entre mil a dos mil pesos, los cuales ahorraba o entregaba a sus papás para cubrir los gastos de gasolina. “Estar en un ambiente profesional a tan corta edad te empieza a dar otras perspectivas, empiezas con otras responsabilidades”, señala Juanma.
Apenas terminó la secundaria, Juanma tenía que decidir el siguiente paso: Su maestro le ofrecía un lugar en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, pero sus papás querían una carrera “más normal”. “No, estás loco, te vas a morir de hambre”, le dijeron. Pero cuando una puerta se cierra, otra se abre.
Tiempo después y gracias a la trompeta, consiguió una beca en el Tec de Monterrey de Saltillo para estudiar Negocios Internacionales. ¿Un trompetista que además sabe de negocios? Para Juanma era sencillo, a los 16 años ya manejaba su propio negocio, una florería que le dejaba más de cinco mil pesos a la semana. Sí, Juanma no solo ama la música, también le gusta emprender y ganar su propio dinero.
Sin embargo, la música seguía ahí. Juan Manuel estudiaba en las mañanas y por las tardes formaba parte de la Orquesta Sinfónica del Tec Campus Saltillo, al tener una beca también participaba en los ensambles de las obras de teatro y de todos los eventos de la institución.
Lo que jamás imaginó, es que una de esas actividades lo llevaría a cumplir uno de sus más grandes sueños.
En 2018, el Tec de Monterrey conmemoró 75 años de su fundación con una convocatoria para ser parte de la Orquesta Sinfónica del Tec Campus Monterrey y participar en la gira del Mariachi Vargas de Tecalitlán por ciudades como Querétaro, Torreón, Monterrey y Saltillo. Juanma no lo pensó dos veces, audicionó e hizo historia: el primer alumno del Tec de Monterrey en pertenecer a dos Orquestas al mismo tiempo.
LOS SUEÑOS SON SOLO METAS
Juan Manuel no podía creer que compartiría el mismo escenario que el Mariachi Vargas de Tecalitlán, una orquesta de música folklórica mexicana creada en 1897 por el maestro Gaspar Vargas López y que ha colaborado con estrellas como Luis Miguel, Plácido Domingo y El Recodo. “Yo por dentro estaba explotando de emoción”, comenta con emoción Juanma, quien en menos de dos semanas ya tenía partituras y las maletas listas para viajar a Querétaro.
Recuerda el Festival de Santa Lucía de 2019 como su más grande presentación, más de cinco mil personas asistieron al show. Pero el más emotivo para él fue el de Saltillo, no solo por ser su hogar, sino por un gran favor que le pidió al mariachi.
“Me gustaría tocar una o dos canciones con ustedes al frente aquí en Saltillo”, dijo nervioso. “Claro, lo hubieras dicho antes”, le contestaron. “Pero ¿te sabes ‘El Son de la Negra verdad?’”.
Tres horas antes del concierto, Juan Manuel ya estudiaba una y otra vez la partitura, no es que no la supiera, había pasado mucho tiempo, muchas cumbias y muchos nervios para recordarla. Cuando llegó el momento, sus piernas temblaban, pero sus manos estaban firmes, estaba listo. “Cuando estoy tocando cierro los ojos, lo que hay alrededor de mí ya no existe. Soy yo y mi trompeta”, señala.
Después de esa experiencia, la música otra vez tomó el control. Al terminar la universidad, Juan Manuel decidió que quería recorrer el mundo con su trompeta, él ya había visto que algunos grupos de baile folklórico siempre estaban buscando a músicos para que los acompañaran de gira, y como para Juanma, los sueños son solo metas por cumplir, los buscó.
“Recorrí con ellos gran parte de Portugal, desde Fátima, Coimbra, hasta Porto y sus alrededores, pero quiero más”, ríe el también asesor de Pymes y pequeños emprendimientos.
A sus 23 años, el saltillense se proyecta más allá de las partituras, anhela brindar estabilidad a las próximas tres generaciones de su familia. Sueña con un legado donde sus descendientes, inspirados por su ejemplo, conviertan sus propios sueños en metas, ya sea en la música, los negocios o cualquier otro camino que deseen.
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