Con solo 15 años, este adolescente ha representado a Coahuila y México en diversas competencias internacionales, con la meta puesta en llegar a unos Juegos Olímpicos y ser ejemplo de que, con esfuerzo y disciplina, todo es posible
- 17 diciembre 2023
Nadar para sobrevivir, para divertirse, para alcanzar la meta. Javier Díaz López superó casi desde que nació el miedo al agua. Practicar natación fue la semillita que más tarde germinó dentro de él hasta convertirlo en un nadador profesional –y muy modesto, pues no se considera a sí mismo como uno–.
Quince años parecen una eternidad cuando se habla de un aniversario de bodas, del tiempo trabajando en un mismo lugar o del que pasamos estudiando... quince años parecen una eternidad solo cuando no se habla de edad.
Esa es la cantidad de años que tiene Javier, la cúspide de la adolescencia, tan difícil para muchos. No obstante, decidió enfrentar esta etapa en “modo experto”.
Nadador, atleta de alto rendimiento y campeón internacional con la representación de Saltillo, Coahuila y, por supuesto, México, sobre sus hombros, en diversas competencias del país y el mundo.
Quince años parecen poco para un joven que ya se convirtió en ganador del Premio Estatal del Deporte, en reconocimiento a su carrera dentro de la natación, disciplina con la que tuvo contacto por primera vez –suena redoble de tambores– a los tres años.
Para ello tuvo que dejar de ir a fiestas para entrenar, más por disciplina que por falta de ganas. Pero siempre con una razón que lo impulsa a seguir perseverante: alcanzar sus sueños, entre los que se encuentran convertirse a su vez en inspiración para otros adolescentes y jóvenes.
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Voltear a ver lo que ha logrado lo hace darse cuenta de que llegar a donde quiere, aunque difícil, no es imposible. Y ese es justo el mensaje que desea compartir.
Cada brazada, cada presea, cada suspiro por volar más alto, son pieza clave para poner su mente y corazón en la mayor de sus metas: asistir a unos Juegos Olímpicos representando a su país.
EL SACRIFICIO Y LA DISCIPLINA DAN RESULTADOS
Pareciera que cada una de las gotas de agua que surca a diario en realidad fueran litros y litros de gasolina para alcanzar sus objetivos. Y si bien no se considera un nadador profesional, sí se observa como un atleta que ha madurado con cada una de las competencias en que ha participado.
Javier confiesa que aunque disfruta el día a día, toda la actividad y emociones que ha vivido en los últimos meses –específicamente tras haber recibido el galardón estatal– lo hizo reflexionar sobre su carrera, pensando en cada certamen y podio que ha alcanzado.
Además del ejemplo en el que se ha convertido para otros jóvenes. Servir de inspiración, para que las personas vean que con trabajo y dedicación se pueden lograr las cosas, lo hace sentir de una manera especial.
“Casi nadie hace lo que yo todos los días, con sacrificio, disciplina, orden... las horas para entrenar”. Pero al final, todo da resultados. La sensación, dice, es especial e inexplicable, y le gustaría que el resto de las personas de su edad pudieran experimentarla.
En un mundo donde los adultos son más reconocidos, este adolescente saltillense ha sabido abrirse paso, destacando en lo que hace e invitando a los demás a hacer lo mismo, a que le den una oportunidad al deporte, sea cual sea, para tratar de ser competitivos consigo.
Y para ello, destaca la importancia de los padres. En su caso, quienes siempre lo han apoyado y respaldado en sus decisiones... además de servirle de ejemplo.
Su padre, Javier Díaz González, es un nadador retirado que se especializó en estilo libre y combinado individual; fue atleta olímpico y poseedor del récord mexicano en los 50, 100 y 200 metros libres. El principal modelo para su hijo.
Las ganas que tiene Javier de seguir creciendo, como persona y como nadador, son cada día más grandes. Se siente orgulloso de sí mismo, de quien es el día de hoy y de quien va a ser en el futuro, y eso se confirma viendo sus ojos brillantes y ese rostro que se ilumina descaradamente mientras habla sobre sus sueños.
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