‘Me dijeron ‘niño’ por jugar futbol’: Alejandra Sorchini y su camino a los 100 partidos como profesional en la Liga MX Femenil
La futbolista mexicana se describe como resiliente, superó la depresión y todos los desafíos a los que se enfrentó como pionera en la Liga MX Femenil, esta es su historia de lucha y perseverancia, un orgullo verdadero orgullo coahuilense
Andrea Alejandra Balderas Sorchini ya no le tiene miedo al fracaso. Ya no le teme a tocar fondo en lo profesional. Ya no le asusta estar a la deriva y en la incertidumbre.
Buscando jugar futbol en su infancia, le dijeron que “quería ser niño”. Frase fuera de lugar, pero que llegó a escuchar por parte de compañeros y compañeras de clase, docentes e incluso la psicóloga de su escuela cuando llamó a sus padres para, según ella, explicarles la razón de que una niña tenga interés por un deporte considerado para hombres.
Ante ese tipo de comentarios y situaciones, Ale siempre recibió el respaldo incondicional de su familia y amigos cercanos.
Arquitecta de profesión por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), más por presión para darle una respuesta a su entrenador, que por preferencia, Ale sabe que ser deportista es su verdadera vocación.
Por eso, a lo largo de los años probó un poquito de casi todo: basquetbol, tochito, escalada, handball, atletismo, BMX y el futbol, este último lo llevó a nivel profesional, siendo la posición defensiva su zona de expertise.
Ale cuenta que a la lista solo le hubiera gustado sumar dos disciplinas más, unas que actualmente considera una locura siquiera pensar en practicarlas, al menos en alto rendimiento: la gimnasia y el clavadismo.
Y en cuanto a lo profesional, comenta que si hubiera tenido que elegir otra carrera, seguro se inclinaría por Medicina. Siempre le ha gustado ayudar a las personas, tiene “corazón de pollo”.
Hoy, con 29 años, la parrense es histórica. Fue una de las pioneras en la Liga MX Femenil cuando la invitaron a jugar con Rayadas de Monterrey. Su trayectoria en el equipo femenil de Prepa Tec y en la Selección Coahuila, la puso en la mira de los entrenadores correctos, aquellos que formaron el primer equipo de Rayadas.
Hasta el 2017, el futbol profesional para mujeres no figuraba en México. En diciembre del 2023, se cumplen 12 temporadas de la Liga MX Femenil. Los títulos generalmente son disputados entre Tigres (5), Rayadas (2), Chivas (2) y América (2).
En el caso de Alejandra, le ha tocado formar parte de dos de los cuatro grandes equipos en el balompié femenil mexicano. Tras su participación con Rayadas, llegó a las Águilas del América, equipo con el que se consagró campeona en 2018.
Luego pasó al Atlas, Juárez, Necaxa y Mazatlán. El equipo del puerto sinaloense es su club actual, al que incorporó en junio de este año.
Si bien con América su participación fue prácticamente nula, ese era apenas el inicio del declive futbolístico. Ale tuvo bajón durante cinco años. Ya no aparecía en las alineaciones titulares y tenía menos minutos en cancha. Ser convocada a la banca llegó a ser su mejor momento.
ADIÓS LIGA MX, HOLA EXATLÓN
En una decisión que la alejaría temporalmente del futbol profesional, en octubre del 2019 optó por sumarse al reality deportivo llamado Exatlón Estados Unidos, transmitido principalmente en aquel país, donde también participó otra popular futbolista mexicana, Norma Palafox. De esta manera, Ale consiguió seguir dentro del deporte y la competencia.
Una vez concluida la temporada de Exatlón Estados Unidos, en la vida de Ale se cumplió aquel dicho que refiere: “uno siempre vuelve a donde fue feliz”, aunque para ella no fue nada sencillo reencontrarse con la felicidad en las canchas.
A la pérdida de juegos y minutos, se sumó su sentir y pensamiento de que no jugaba bien, que le faltaba tiempo y oportunidades, todo eso derivó en una depresión.
Su motivación más fuerte para salir de la cama e ir a entrenar, era ella misma. Ahí supo que su fuerza de voluntad puede contra todo.
SU MAYOR FORTALEZA: LA FAMILIA
Estar lejos de la familia ha sido uno de los costos para la zaguera. Siempre se ha sabido amada y apoyada, pero, ¿cómo se le hace a cientos de kilómetros de casa cuando las cosas no van bien? ¿Cómo se lidia con frecuentes cambios de ciudad, de clubes, de amistades, de compañeras? ¿Cómo se lidia con una depresión?
Ella asegura que recordando los orígenes y teniendo claras las metas. El respaldo incondicional desde niña de mamá y papá: Claudia Sorchini y Alberto Balderas. Teniendo en mente que sus hermanas, Claudia Daniela y Diana Karina, la quieren ver triunfar en los estadios, como desde niñas cuando iban con ella a los campos de tierra. Y nunca perdiendo el enfoque de los consejos del abuelo, Germán Sorchini.
Y aunque la familia esté lejos, Ale dice, que gracias a Dios, en sus caminos y en todos esos cambios, siempre ha encontrado personas que la ayudan a aminorar la soledad, a apapachar su “corazón de pollo”.
Aprendió a disfrutar de los viajes largos que implica salir de casa para disputar un partido, a divertirse y platicar con sus compañeras, a emocionarse por conocer gente nueva, a inspirarse para alcanzar sus objetivos. Aprendió que al fracaso no se le teme, se le enfrenta y se le supera.
Creyente y devota a la resiliencia, Ale celebra que uno de sus sueños está cerca: 100 partidos como futbolista profesional. Con ella como su máximo fan, ¿quién evitará que logre eso y más?
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