El tiro con arco, junto con el boxeo y los clavados, se ha convertido en uno de los puntos fuertes de cada delegación mexicana en los Juegos Olímpicos o Panamericanos.

En ese sentido, Saltillo ha sido un semillero de arqueras que han alcanzado el máximo nivel, siendo Ángela Ruiz Rosales la joya en bruto que compite contra las mejores del mundo.

Recién terminó la preparatoria, tiene tan solo 17 años y ya asume la responsabilidad de estar tanto en la selección mexicana juvenil como en la mayor, un reto que no ha sido sencillo ni en la rigurosidad de los entrenamientos.

Ángela optó por el arco y la flecha en lugar de la gimnasia, deporte que practicó en la infancia, pero que dejó de lado cuando tuvo su primera experiencia en el campo de tiro.

“No me veía más lejos de lo que ahora me veo. Quiero seguir compitiendo en esto, viajando y participando en competencias internacionales, tirando por medallas. En la gimnasia, realmente no veía un futuro. Mis padres siempre me han apoyado. Me pidieron que asistiera a una última competencia, y si no me gustaba, me ayudarían a buscar otro deporte. También probé voleibol y básquetbol, pero ninguno me llenó tanto como para seguir haciéndolo y querer elevar mi nivel”, relata Ruiz.

A nivel mental tampoco ha sido fácil. Y es que el control de tus pensamientos, una calma personal, templanza profesional, son fundamentales para la precisión y la tranquilidad en este deporte. Y aunque a simple vista pueda parecer sencillo, se requiere de una técnica en constante perfeccionamiento.

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“Es de prueba y error. Siempre hay algo que mejorar, siempre hay algo que cambiar, siempre hay una evolución constante en cada arquero y eso es lo que me gusta mucho”, afirma Ángela.

Después de su desempeño en la Copa del Mundo de Alemania, el equipo mexicano logró su clasificación para los Juegos Olímpicos de París en 2024, algo que, si bien tranquiliza a Ruiz, también le establece un objetivo claro: ser parte del representativo mexicano.

“Existen posibilidades de que yo quede en el equipo, independientemente del proceso que nuestra Federación decida seguir. Ahora solo se trata de mantener las puntuaciones que he tenido este año e incluso mejorarlas para mantenerme arriba y seguir en el equipo nacional”, menciona Ruiz.

Estas palabras las dice mientras se concentra en la Ciudad de México antes de viajar a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023. En ese momento no sabía que en la modalidad individual llegaría a cuartos de final cerrando su participación contra una arquera de Brasil ante quien caería 6-5. Pero también alcanzaría la gloria en este torneo, ya que conseguiría la Plata por equipos junto con Aida Román y Alejandra Valencia.

Trabajando junto a ellas, obtuvo el oro en los Juegos Centroamericanos de El Salvador, logró la clasificación a París en el Mundial de Alemania y ganó la medalla de plata en los Panamericanos de Chile, todo durante este 2023.

Ángela se muestra agradecida por ser arropada por dos atletas experimentadas que la orientan y la ayudan a manejar la presión.

“Siento su apoyo. Si hago un pequeño error, ellas lo notan y me ayudan a corregirlo en el momento. Sentí que me recibieron muy bien, me adapté al equipo y ellas también se adaptaron a mí, ya que somos de generaciones diferentes. A mí me enseñaron de una manera, y ellas de otra. Pudimos encontrar un punto medio para alcanzar nuestras metas, que siempre es dejar a México en lo más alto”, cuenta.

El manejo de la presión deportiva y mediática ha requerido el apoyo de un psicólogo desde hace dos años, ya que Ruiz comprendió que el control de sus emociones era vital para dedicarse al deporte de manera profesional.

“No sufro estrés ni ansiedad, pero hay momentos en los que las situaciones pueden ser abrumadoras. A veces eso afecta mis disparos y comienzo a tirar mal. Empiezas a jugar con tu cabeza, y en esos momentos es cuando debes analizar lo que estás haciendo bien y concentrarte en ello”, explica la atleta saltillense.

A veces, debido a esta situación, no siempre puede disfrutar del momento, aunque también ha trabajado para entender que se trata de procesos que deben sentirse paso a paso.

En el tiro con arco, a diferencia de otros deportes de equipo, los resultados dependen de acciones individuales específicas que no pueden ser modificadas por otros miembros del equipo.

“Me digo a mí misma ‘disfrútalo y déjate llevar’, ya que es muy importante en este deporte disfrutar los resultados y cada momento de la competencia, resaltar lo positivo y trabajar en lo negativo”, explica.

Añade que el apoyo de sus padres y entrenadores, Miguel Bárcenas y Eduardo Magaña, ha sido vital para sus logros, además de percibir un apoyo justo por parte de las autoridades en cuanto a material y centros de entrenamiento.

Creerse una joven promesa requiere manejar el ego, pero también es fundamental para competir al máximo nivel. Para ello, Ángela se recuerda constantemente que se merece estar donde está.

Aunque desea estudiar gastronomía y no pierde de vista ese otro sueño, su enfoque y meta actual son claros: seguir ganando medallas, esta vez en los Juegos Olímpicos.