Paola Aguirre inició su carrera laboral en áreas administrativas, pero le bastó un día frente a grupo para darse cuenta de que dedicaría su vida a ese trabajo, donde puede impulsar a sus estudiantes a trascender sus límites.
- 15 diciembre 2024
Bastó un día para que Paola Aguirre Cárdenas tuviera la certeza de su vocación por la enseñanza. Cuenta que la primera semana que estuvo frente a grupo sintió que su corazón se encendió, una sensación que describe como una mezcla entre emoción, inspiración y felicidad.
“La llamo ‘una historia de amor’. Antes de interesarme por la educación, me estaba desarrollando más en el ámbito administrativo. Gracias a Dios, me invitaron a formar parte de una plantilla”, expresa.
Paola es bilingüe y eso le ha abierto sus horizontes laborales. Su primer acercamiento con un grupo de alumnos, recuerda, fue en una escuela de arte. “Me gustaba mucho, ya después por trabajo no pude seguir”.
A partir de ese momento no hubo duda: decidió formarse en el ámbito educativo y no ha pasado ni un solo día en el que no se sienta agradecida con Dios, con la vida, por ponerla en el camino que, considera, era el correcto para ella. “Ha sido una gran bendición”.
Lo más gratificante es ver a sus alumnos trascender sus límites. Para ella, no hay niños que sean malos estudiantes, sino mal entendidos; está segura que, al analizar su contexto, podrá hacer clic con ellos, crear un lazo de confianza y generar las condiciones para que el conocimiento sea aceptado por el niño.
Paola tiene 32 años y este es su octavo ciclo escolar. Aunque estuvo dentro de la coordinación, no volvería a ella, porque su pasión es estar frente a grupo. A cada niño lo ve como una persona a quien se debe ajustar, adaptar y enseñar de manera diferente.
“No es difícil estar atendiendo a cada uno con sus particularidades, es una satisfacción enorme porque los conoces, y cuando haces ese clic con ellos, cuando se genera esa conexión, sabes qué hacer para ellos en su momento y sabes que, a pesar de que hay días difíciles, ellos pueden. Que, a pesar de tal o cual situación, ellos pueden salir [adelante] con el aprendizaje; que ellos digan: ‘sí estoy avanzando, estoy aprendiendo’. Con ellos he aprendido a ser flexible y que no todos tienen que caber en un mismo molde”.
Aunque la inclusión es parte de la educación, Paola considera que esta no debe limitarse a las rampas para niños en sillas de ruedas o a la adecuación del programa para alumnos con neurodivergencias. Para ella, la inclusión debe extenderse a todos los estudiantes.
“Hay niños que vienen sin almorzar o con problemas en casa. A ellos también tengo que adecuar mi clase. No es muy cansado, es muy motivador porque los veo avanzar, los veo salir contentos de que, a pesar de sus problemas, pueden salir adelante”
Recuerda con cariño que uno de sus alumnos era considerado como un estudiante difícil porque no lograba terminar sus actividades diarias. Desde el primer día tuvo más cercanía y dosificaba sus trabajos.
“Poco a poco el niño iba avanzando a su ritmo y se iba contento, porque ya no llevaba el regaño de no haber cumplido con las actividades del día”.
Paola sabe que estar frente a un grupo es una gran responsabilidad de transmitir conocimiento, pero ella se rehúsa a limitarse a esa parte y busca dejar una impresión en sus alumnos.
Una de sus referencias en la docencia es su maestra de secundaria, aún recuerda sus clases. “Se salían de lo tradicional. Mientras las demás escuelas seguían siendo muy convencionales, ella, además de conocimiento, nos generaba experiencias de aprendizaje, algo que ahora se llama aprendizaje significativo”.
Paola recuerda que esa maestra siempre tenía una sonrisa en el rostro y trataba de adaptar las clases según el perfil del grupo. “Iba ligando el contenido con situaciones de la vida y nos hacía sentir que el salón de clases era nuestro espacio seguro, que aunque hubiera tropiezos estaría para apoyarnos y salir adelante”.
Hoy, Paola implementa esta atmósfera de convivencia segura. Gracias a ello, ya se ha colocado como la favorita de cientos de niños que han pasado por sus aulas.