Cuando murió mi madre la casa se hizo más grande y yo me hice más pequeño.
Escribió muchos poemas, pero ella misma fue su mejor poema, uno de amor a la vida, a su comedia y su drama, a su belleza.
Cuando murió mi madre la casa se hizo más grande y yo me hice más pequeño.
Escribió muchos poemas, pero ella misma fue su mejor poema, uno de amor a la vida, a su comedia y su drama, a su belleza.
Cuatro hijos tuvo como cuatro versos, e hizo un libro de versos que fue como otro hijo. Nunca aceptó que fuera destino de mujer renunciar a su vida en aras de la de otros. Siempre fue dueña de sí misma y de su libertad. Hizo teatro cuando todavía en Saltillo a las actrices se les llamaba “cómicas” aunque fueran muy dramáticas.
Nunca se dijo feminista, y sin embargo fue plenamente mujer cuando era muy difícil serlo. En una ciudad pequeña, en un pequeño tiempo que parecía inmóvil, hizo de su libertad personal un ejercicio de dignidad humana.
Mi mamá hizo siempre lo que quiso. Al decir eso digo que siempre hizo lo que amó. Leal a los suyos, fue siempre fiel a sí misma. Ésa es la mejor fidelidad.
Por partes iguales estoy hecho de un padre y una madre. Mis hijos son también ellos, lo mismo que mis nietos. Espero que tengan la bondad y la sencilla sabiduría de mi padre y el amor a la verdad, a la belleza y a la libertad que profesó mi madre. Así seguirán viviendo quienes me dieron la vida.
TE PUEDE INTERESAR: Gozo y tristeza
Círculo de Oro se publica cada diciembre, se le conoce como “el producto estrella de Vanguardia”. La publicación, que corre a cargo del equipo de Saltillo 360, varía en su temática y este año los elegidos fueron los íconos de nuestro Saltillo. Todo aquello que nos hace sentir orgullosos de la ciudad, desde sus lugares y personajes más queridos, hasta aquellos negocios con tradición que tanto presumimos. ¡Redescubramos y celebremos a Saltillo! Este Círculo de Oro llena el corazón de nostalgia y orgullo.