¿Puedo ser amiga de mi ex?

Es posible que la pregunta que plantearé a continuación te la hayas hecho por lo menos un buen par de veces en tu vida: ¿puedo ser amiga de algún ex?

Seamos francas, a veces queda muy cuesta arriba seguir adelante después de un rompimiento, y se debe a que no todas las veces que una relación termina es porque el amor se ha acabado (aunque sea de una sola de las partes), y de una u otra manera se desea estar en contacto con esa persona que ocupa aún un lugar especial en tu vida; pero, ¿será que se puede salir bien librado de esa situación?

Voy a ser honesta contigo, sea donde sea que busques respuesta a esa pregunta, ésta es un gigantesco NO, y eso tiene varias razones que expondré a continuación:

Puedes sentirte confundida y salir lastimada

Una cosa es mantener una buena relación tras el divorcio, a favor de los hijos. Aquí no hay vuelta de hoja, ya que por encima del afecto residual que puedas sentir por la persona con quien te casaste, está el bienestar de tus hijos, y eso a veces implica “hacer de tripas corazón” para poder soportar la presencia de tu ex en tu vida.

Caso contrario cuando sólo se trata de un noviazgo o compromiso, situación en la que sí o sí lo mejor es decir adiós de manera definitiva, pues si no tienes el coraje para pasar la página y seguir adelante podrías salir lastimada, o que él empiece una nueva relación, y eso puede llegar a ser una verdadera tortura.

Puede aprovecharse de lo que aun sientes

Mantener una relación de amistad después de haber terminado, requiere de cierta madurez mental y emocional que —seamos honestas— muy pocos hombres y mujeres tienen.

A razón de eso, puede llegar a suceder que, sirviéndose de lo que aun sientes, no va a dejar pasar la oportunidad de tener una aventura pasajera contigo, y ¿cómo vas a salir de ese embrollo? Sin duda, herida, y te costará mucho más tiempo y fuerzas recuperarte de la ruptura.

La costumbre pone trampas

La razón por la cual duele tanto una ruptura es por la pérdida inevitable de las costumbres o la rutina que se había establecido en la relación. Eso, junto con el afecto inconcluso, hace que quieras mantener contacto con tu ex, pues sientes un vínculo indeleble con quien sientes que te conoce, y lastima el hecho de perder todo eso de una sola vez.
Incluso, a veces una ruptura implica soledad, pues en ocasiones muchas personas —por desear querer pasar tiempo con quien aman— se alejan de sus amigos, e incluso de sus familiares; al terminar la relación se encuentran terriblemente solos y para evitar sentirse de esa manera, buscan volver a su antigua rutina (de manera inconsciente), aunque eso represente ser la tortuosa sombra de un pasado que se niega a irse.

Es un alivio temporal

Y lo es a todas luces porque puede que ambos acepten la compañía mutua por un periodo tal de tiempo para intentar aliviar el dolor; pese a eso, van a tener que empezar a buscar cada uno por su parte algo que les haga feliz, ya que si se prolonga el tiempo, puede ocurrir que la relación comience de nuevo sobre las mismas bases del pasado y vendría a ser la repetición de la historia.

Al principio puede parecer genial regresar con tu ex, pero ya verás que los problemas no se harán esperar y al fin sería volver a pasar por lo mismo.

¿Podría llegar a tener algo positivo?

Sí, pero a la larga. Además requiere tiempo para sanar las heridas que se hayan provocado, para absorber todas las experiencias positivas que les haya dejado la relación que tuvieron, y porque seguro como amigos no cometerán los mismos errores que cuando sostenían una relación sentimental, pues se conocen y saben el mejor camino para apoyarse y ayudar al otro a ser feliz, aunque esa felicidad implique verlo con alguien más, o que te vea a ti con otra pareja.

Ya lo sabes, si a tu vida regresa una expareja con toda la intención de permanecer a tu lado, debes procurar mantener los límites claros, de esa manera podrás contar con una bella amistad sin dolores de cabeza.