Celebran el 130 aniversario de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila
La cita era a las 7 de la noche, pero desde las 5 de la tarde empezaron a llegar.
Los 18 escalones de la entrada principal del emblemático edificio parecían eternas. Avanzaban cuatro escalones y se detenían a saludar al que venía atrás. Otros más aprovechaban para tomarse fotografías.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Un monumento a la educación! Celebra hoy la Benemérita Escuela Normal de Coahuila 130 años de fundación
Al reencuentro con amigos de la juventud, le seguía la plática donde actualizaban sobre sus nuevos logros.
El murmullo de cientos de personas hacía imposible distinguir las conversaciones que de vez en vez se entrelazan y los grupos de amigos se hacían más grandes.
En los hombres imperaba el traje color negro y gris, en las mujeres el color negro y rosa. Era evidente que este fue uno de los días más esperados para festejar a la Benemérita Escuela Normal.
Este edificio no siempre fue la casa de los maestros. De acuerdo con la columnista y académica Esperanza Dávila, esta institución tuvo como hogar una casa de alquiler ubicada en la calle Miguel Hidalgo sur.
Fue tanta la demanda y el entusiasmo de la época que el gobernador Miguel Cárdenas apoyó para la construcción del imponente edificio que se erige a un costado de la Alameda Zaragoza sobre la calle Aldama.
Relata en su columna que la cantera utilizada en la fachada se trajo del vecino estado de Durango.
Hoy la institución forma parte intrínseca de la historia de Saltillo y ha marcado la vida de miles de hombres y mujeres que decidieron salir de sus municipios para tener una formación profesional y tras cuatro años de estudio regresan a su lugar de origen para formar a los futuros coahuilenses.
Cabe mencionar que dado el prestigio, la institución también ha recibido a jóvenes de todo México.
La emotiva ceremonia para conmemorar el 130 aniversario inició con el homenaje a las generaciones de oro y plata. Hombres y mujeres que entregaron en 1974 y en 1999.
En esa noche de celebración para estas generaciones, ingresaron al ritmo de Balada para Adelina de los compositores Paul de Senneville y Olivier Toussaint. Pieza recurrente en las graduaciones.
El secretario de Educación, Emanuel Garza, se unió a las felicitaciones.
“Es un honor celebrar con ustedes... si pudiéramos recordar los 130 años de esta institución destacaríamos todo los retos que se ha vivido con la humanidad como guerras y pandemias y cómo esta institución sigue... yo diría que la clave principal para que haya resistido a través del tiempo está en el corazón de cada uno de ustedes y el amor que prevalece en esta comunidad de amor y confianza”, dijo en su intervención.
Pedro Flores Vázquez, director de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, se mostró emocionado durante su intervención al indicar que “nos sentimos honrados por su presencia. Esto nos impulsa para seguir trabajando... La educación es una misión y actividad que se ejerce y es el pilar que los sostiene. La educación es más que una palabra. Trasciende las aulas hacia la apertura de nuestras mentes para la construcción de una sociedad inclusiva”.
José Antonio Arredondo, representante de la generación que cumple 25 años de egresada, subió al escenario para destacar la labor de la institución en sus vidas.
“Es una gran satisfacción llegar a estos 25 años porque sé que cada uno de nosotros pasamos por situaciones... sólo al llegar a la escuela me vinieron muchos recuerdos. En cada escalón llegaban recuerdos de nuestra época”, dijo.
En esta noche de festejo se tuvo música en vivo, como el coro de esta institución, así como discursos y anécdotas donde destaca uno de los grandes activos de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila: el sentido de pertenencia de sus egresados.
