Lincoln Corsair PHEV, el corsario citadino
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Este modelo es ideal para el tráfico urbano, sin dejar de lado la solución de tareas cotidianas
La conducción en ciudad tiene sus demandas específicas para vehículo y conductor, entre las que destacan maniobrabilidad, ayudas contra impacto, economía de consumo, y capacidad de frenado reiterado. En este escenario, como parte de la prueba semestral que llevamos a cabo de Lincoln Corsair PHEV, enfocamos la lupa a su comportamiento en ciudad, catando cada atributo para este uso en específico.
De entrada, aunque la marca ofrece otros productos más amplios en su línea, Corsair es la de dimensiones más prácticas para tráfico urbano. Tanto el radio de giro como la geometría de su diseño apoya tanto las maniobras en estacionamiento como en negociaciones apretadas en tráfico.
Un aspecto retador en ciudad está en el nivel de ruidos presentes en este entorno. En Corsair, los cristales laminados y el sistema de reducción de ruido ambiental activo reducen la insonorización no deseada para hacer el trayecto más amable.
Sin embargo, en plena contradicción, el tono de su motor es profundo y hace de este sonido sí deseado una amable compañía para el conductor entusiasta. Es común que la operación de estas unidades en ciudad sea no por placer puro, sino para resolver tareas cotidianas.
En ese aspecto Corsair resulta muy cómoda para ascenso y descenso, mientras que su portón de área de carga con apertura sin manos, por llavero, por botón en la base o bien por el ubicado en el tablero le brinda la versatilidad que un sedán no podría ofrecer.
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Además, en caso de carga voluminosa, los asientos de la segunda fila pueden bajarse con presionar un conveniente botón en la pared del área de carga.
Otra funcionalidad en conducción citadina está en el aprovechamiento de los puntos de recarga eléctricos en centros comerciales, pues en el lapso de unas dos horas y media podemos llevar la batería de respaldo de cero a carga completa.
La gran ventaja de una prueba a mediano plazo es que tenemos todo el abanico de climas que se presentan durante medio año para experimentar la unidad, y algo que distinguió a Corsair Grand Touring PHEV es su tracción integral, pues en condiciones de lluvia se planta al piso, más aún con la modalidad de manejo “condiciones extremas” seleccionada.
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En frío, la calefacción de asientos con tres niveles de intensidad bajo las vestiduras de piel micro perforada Bridge of Weir complementa el santuario que ofrece a conductor y pasajeros, desconectando a los usuarios de las inclemencias del tiempo externas.
