Comprender la teoría para llevarla a la práctica

Andrés de Jesús Villasante Ricalde considera que la figura del maestro es la de guiar y despertar curiosidad en los alumnos, pero ante todo, ayudarles a pensar para destacar en la vida

  • 15 diciembre 2024

Andrés de Jesús Villasante Ricalde tiene 18 años en las aulas, pero casi 30 enseñando. Considera que la responsabilidad del maestro es la de guiar y despertar curiosidad en los estudiantes, pero ante todo, ayudarles a pensar.

Prefiere las conversaciones presenciales. Más que una entrevista, nos concede una cátedra del deber ser de la docencia.

Para Andrés de Jesús el maestro es un director, un guía, que tiene que llevar a los alumnos a que logren sus objetivos académicos, y para ello no basta dominar el contenido del plan de estudios. Se requiere observación, análisis y empatía.

“Hay que buscar las formas. Hay que interrogarse: ¿cómo voy a dar esta materia o cierto concepto?”, comenta, ya que estas preguntas le sirven para determinar si su cátedra será solo oral o si tendrá que apoyarse de elementos visuales.

“Entonces te conviertes en un diseñador del proceso en donde el maestro comunica y los alumnos aprenden”, destaca.

$!Andrés busca la constante innovación en sus metodologías de enseñanza.

Es consciente que no se puede enseñar a un alumno si este trae su mente en otro lado. Para que el aprendizaje se dé es importante la voluntad del estudiante. De ahí la trascendencia de despertar el interés en el joven. De retarlo y avivar su curiosidad.

Este olfato académico para integrarse con cada grupo lo ha desarrollado a lo largo de 18 años en las aulas. Pero no siempre fue maestro. Cuenta que por muchos años, 27, trabajó en el Grupo Industrial Saltillo.

En la época en que trabajó en la empresa más importante de Saltillo, tenían que desarrollar un cambio en la forma de administrar la calidad, por lo que empezaron un programa de dirección, al que se le llamó “calidad total”.

Para ello requerían de mucho entrenamiento para una gran cantidad de personas y, por su facilidad para aprender, por su experiencia y por su desenvolvimiento fue seleccionado para dar las capacitaciones. Ese fue su primer acercamiento a la enseñanza.

“Yo trabajaba en el área de Calidad y me gustó transmitir lo que sabía, al menos a nivel de piso, con los operarios”.

Una vez que encabezó los cursos internos en la compañía, pasó a ser instructor de control estadístico y desarrolló el certificado en estadística aplicada a la calidad.

Y a la par realizó un postgrado. Lo becaron para realizar la maestría en Administración. Sus horizontes laborales se ampliaron. Su formación académica la culminó con la realización de un curso en Japón: Total Quality Manager.

“Ahí se me abrió un panorama increíble. Entonces me dediqué de lleno al trabajo de calidad”, resalta.

“Hacer las cosas bien desde un principio es fundamental”

En 2008, hubo una crisis. La empresa empezó a registrar pérdidas. La recesión económica obligó a que muchos salieran, entre ellos Andrés de Jesús.

Tras 27 años de trabajar en la industria quería un cambio y empezó a vender seguros de gastos médicos y para el retiro. Aunque era un giro diferente, no fue algo que le apasionara.

En ese tiempo la Universidad del Valle de México (UVM) buscaba maestros. Y un excompañero de trabajo lo invitó a dar clases. Ahí fue cuando entró de lleno a la docencia.

Tras esto, llegó a la Universidad La Salle, donde actualmente da clases y ha marcado la vida de cientos de jóvenes que hoy lo colocan como uno de los mejores profesores.

$!Andrés ha dado clases en diversas instituciones privadas.

Recuerda que su maestro de quinto de primaria los hacía escribir con pluma fuente.

“Nos hacía hacer composiciones y no podías cometer ningún error. Si cometía un error, obviamente la tinta fuente no la puedes borrar y todo se iba a la basura. Tenías que lograr escribir media cuartilla sin ningún error”, cuenta.

Esas cosas lo impulsaron a buscar la perfección y a esforzarse para que las cosas salgan bien.

“Claro que los seres humanos cometemos errores, más de los que quisiéramos o de los que podemos admitir, pero esos tipos de prácticas que nos ponía este maestro te van marcando, te va exigiendo el tener que hacer las cosas bien desde un principio, y eso es fundamental en calidad”, subraya.

“No hay cosa más práctica que comprender una buena teoría”

Andrés de Jesús reconoce que dentro de las aulas es inevitable encontrar a los estudiantes que prefieren la práctica a la teoría. Él les aconseja tener paciencia, ser analíticos y buscar la perfección.

Día a día, busca sacar a los alumnos de la vorágine de inmediatez en que viven, ya que el acceso al internet ha provocado que el ritmo de vida se acelere y eso pasa factura en el rango de paciencia.

“Les cuesta trabajo concentrarse en una clase donde hay mucha teoría, pero yo les digo, no hay cosa más práctica que comprender una buena teoría. Si tú no comprendes bien la teoría, no vas a poder llevarla a la práctica (...) si tú dominas la teoría, vas a poder aplicar esa teoría en el desarrollo de la cuestión práctica. Entonces no desprecien los conceptos teóricos”, enfatiza.

Para el maestro, la garantía que da el haber pasado por la universidad, lo que vale realmente un título profesional, es que te enseñaron a pensar.

Andrés Villasante
Andrés Villasante

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