Su estancia educativa y formativa en China e Inglaterra le dieron al maestro de 24 años las herramientas y la pasión de enseñar y compartir la historia; el extranjero le reveló su vocación
- 15 diciembre 2024
El camino formativo de César Felipe Martínez bien podría ser el guión de un libro o una serie proyectada para tener varias temporadas. Las circunstancias lo llevaron a dejar Saltillo y México, para volver como un agente de cambio 14 años después, con la misión de aportar a las nuevas generaciones que hoy lo tienen como su maestro en Harmony School.
Estudió bachillerato internacional en China, país en el que aprendió no sólo el idioma y costumbres, sino a darse cuenta que contaba con las herramientas en él para triunfar y ser una mejor versión tanto en su vida personal, profesional y social.
Se perdió varias ocasiones en el metro, se comunicó sin dominar por completo el idioma y sintió una desconexión con sus raíces mexicanas. Sin embargo, la travesía le permitió enfocarse y encontrar que la historia es una valiosa herramienta de cambio.
La aventura en China representó sólo la primera parte de una vida llamada a la acción. Estudió en la Universidad de Nottingham Campus China y ahí vio otra oportunidad de crecimiento y focalización al especializarse en Estudios Internacionales.
En 2020, la pandemia golpeó la realidad de César y tuvo que decidir cambiarse de carrera por la falta de un programa similar al que empezó en el país asiático. Para lograr concluir sus estudios en Historia, tuvo que atesorar lo aprendido y mudarse a Europa.
De hecho, ahí conoció a una de sus maestras e inspiraciones que más le marcaron su fase como estudiante. Una profesora que “exigía mucho”. De ella la frase: “yo les voy a dar el conocimiento necesario para que saquen una calificación aprobatoria, pero si ustedes quieren llegar a la excelencia, eso depende de ustedes”.
Lo dicho causó eco en la filosofía de César. Le forjó los pilares para sentirse con la suficiente independencia y confianza para continuar su etapa estudiantil, e iniciar firme su paso por las aulas.
Actualmente es encargado del club de debate y responsable de impartir las materias de Historia Universal e Historia de México. César cumplió dos años frente a los adolescentes con los que ha entendido su reto: aprender de la historia para mejorar y consolidar el futuro.
Sólido ante su postura, el docente asegura que los problemas contemporáneos en México, como la desigualdad social, la inseguridad, la corrupción política y también los conflictos en Europa o en Medio Oriente, se pueden entender si se conoce su historia de fondo.
Además de cultivar la curiosidad, el interés por el pasado y ayudar a que cada alumno construya su propio criterio, César quiere replicar y transmitir lo que recibió en su época de estudiante más allá de las barreras del sistema en México.
Una de las motivaciones para acercarse a ese enfoque es no sólo acrecentar el archivo de información en los alumnos, las fechas, los lugares y nombres, sino hacerlos entender que los hechos históricos sirven para crear una conclusión de porqué la sociedad actual es de tal forma.
Su materia, además de formar parte del plan de estudios del Bachillerato Internacional, también es el camino para sentirse en contacto con su versión más joven, aquella que lo llevó a enfrentar retos personales y educativos, y que hoy continúa desarrollándose mientras cursa una maestría en Educación.
Tener más alumnos aprobados, ayudarlos a formar criterio propio, mantener vigente la Historia, se suma al sueño de salir de nueva cuenta de México y compartir al resto del mundo lo que hay en su país.
César desea seguir avanzando en esta profesión, en este reto de la educación. Quiere enseñar en escuelas del extranjero, ya que asegura no sólo deberíamos absorver lo que el mundo tiene qué ofrecer, sino que el país tiene, sin duda, mucho que ofrecer al mundo.
Lejos de su familia quien radica en Estados Unidos y China, César ha aceptado esta aventura personal y profesional, con el que no sólo ve como un trabajo diario, sino como la oportunidad de ayudar a su entorno.
Tiene claro que en pleno 2024 la desinformación o las malas fuentes elegidas son enemigas de la educación y del interés de los jóvenes por su entorno. Asegura que lo más peligroso que puede haber en una sociedad es que la gente no piense por sí misma, aquellos que dependen de los pensamientos ajenos.
Sin rendirse y teniendo claro que las diferencias de enseñanza existen entre naciones, César se siente cobijado por sus compañeros laborales, con quienes logra una sinergia debido a otro de los objetivos escolares: ser clases interdisciplinarias.
Menciona que las Matemáticas o el Francés pueden unirse con la Historia, y mostrar a los alumnos que es necesario ver de diversas aristas su formación.