El futuro no es lo que le preocupa al profesor oriundo de Ensenada, Baja California, sino trascender en el presente a través de sus alumnos.
- 15 diciembre 2024
Si se pudiera definir al ingeniero y profesor de la Universidad Carolina, Raziel Esteban Nassar Sánchez, en una sola palabra, sería: determinación.
Profundizando, darle una definición a su estilo de enseñanza y lo que él quiere dejar marcado en sus alumnos tendría también nombre y apellido: ser trascendental.
Y, siguiendo el mismo camino, la expresión con la que el catedrático ha guiado toda su vida es: memento mori, una locución latina que significa “recuerda que morirás”.
Nassar Sánchez nació en Ensenada, Baja California. Es maestro de inglés y de una interesante clase llamada Proceso Creativo.
Lo que realmente hace sobresalir al joven catedrático es su habilidad con los videojuegos, el motivo por el que, precisamente, llegó a Saltillo.
La creatividad siempre ha sido fundamental en la vida de Raziel. De niño, amaba los deportes y se dedicó al béisbol. De joven, se apasionó por la música, aprendió a tocar el bajo, la guitarra, entre otros instrumentos, y formó varias bandas con las que “tureó” por diversas partes del país.
Pero, durante todo este proceso, se aferró siempre a los videojuegos. Su primer contacto fue con el Counter Strike 1.6, jugando siempre en PC.
En 2016 salió a la luz el videojuego Overwatch, un poco más complejo que el Counter, pero en el que Nassar Sánchez explotó todo su potencial.
Un día vio un anuncio en Facebook que lo cambió todo.
“Este decía: ‘¿Estás estudiando? ¿Juegas videojuegos?’ Casi, casi: ‘¿Te llamas Raziel?’”.
“Le di clic y descubrí que era en Saltillo, Coahuila”.
Básicamente, la Universidad Carolina ofrecía una beca (con todo incluido) para jóvenes talentosos en este ámbito, oportunidad que Raziel Nassar no desaprovechó, dejándolo todo en Ensenada para profesionalizarse.
En su camino, formó parte de equipos de eSports, compitió y ganó torneos a nivel nacional. Se hizo experto también en entregas como Valorant —con el cual conquistó la primera competencia en México de este videojuego, participando para un equipo de Corea—, así como en los clásicos Smash Brothers o Street Fighter.
Orgulloso líder del equipo de eSports de la Universidad Carolina, finalizó su carrera en esta institución y dio su segundo gran paso en la vida: convertirse en profesor.
Previamente, Raziel cuenta que tuvo la oportunidad de trabajar en empresas y fábricas; sin embargo, vino un “golpe de suerte” para él.
“Un maestro que no estaba en condiciones me pidió que fuera su suplente. Para mí, ser maestro era algo que no me había pasado por la cabeza. Sin embargo, cuando me paré frente a los alumnos por primera vez, descubrí que esto era lo que quería”.
Si algo destaca el bajacaliforniano en su profesionalismo es que quiere evitar ser ese maestro por el que él mismo se quejaba cuando era alumno.
“Me estoy vengando de todos mis profesores. De los asalariados que solo daban clases por dinero”, y se nota en su emoción al describir lo que para él significa impartir.
Hay un vínculo muy fuerte entre los más de 400 jóvenes a los que da clases y su otra pasión: los videojuegos. Bajo la clase de Proceso Creativo, ha descubierto el nivel de talento de sus “niños”.
Pero, ¿qué es lo que quiere Raziel Esteban transmitir como maestro? Para él, todos somos cerebros con patas. Es decir, busca otorgar la confianza de que la inteligencia tiene muchas aristas y que, al final, todos son buenos en algo.
Su arma más letal es transmitirles a los alumnos que todos pueden, pese a la complicación que se presente, y que el ser humano, desde la perspectiva de caer y volver a levantarse, siempre tiene una oportunidad.
“Pese a que mis estudiantes no se salvan de ser reprobados, yo intento sacarles su talento, para desarrollar sus habilidades. Para mí, todos pueden”.
Raziel refiere que la determinación es la razón por la cual uno debe dedicarse a enseñar.
Puede sonar complicado, pero afirma: “Es la clave para todo, para llegar a algo. Si no enseñamos, la humanidad hubiera dejado de existir. Se necesita determinación para aprender y para inculcar ese aprendizaje”.
Lo que el joven de 29 años admira de sus compañeros de profesión es que siempre está aprendiendo de ellos. Es precisamente lo que absorbe de su conocimiento.
Enfatiza que son dos, ahora compañeros de profesión, quienes lo marcaron para tomar el rumbo que ahora lleva como catedrático. Incluso recuerda qué clases le impartían: matemáticas e ingeniería industrial.
Ambos enseñaban con paciencia y empatía, transformando el aula en un lugar seguro.
La peculiaridad con Raziel Esteban Nassar Sánchez es que, para él, “futuro” es la palabra que no existe en su vocabulario.
Al contrario, es el presente lo que realmente trasciende para dejar huella en los estudiantes, tanto en las aulas como en los eSports.
“No me molesta que me llamen ignorante o con pocos sueños. No me gusta hablar del futuro. Mientras esté aquí, haciendo un buen trabajo, que pase lo que tenga que pasar. Hasta la fecha me ha funcionado esa perspectiva y no recomiendo mirar adelante. Es vivir el presente”.
Siempre y sencillamente: memento mori... nada más.