La pasión, la docencia y el entusiasmo para mantenerse joven de espíritu

Sandra Maycotte Felkel es una mujer convencida del compromiso que implica educar a las nuevas generaciones, y de que la transmisión de conocimientos permite formar jóvenes capaces de innovar, de ser críticos y aplicar sus habilidades al servicio de la sociedad

  • 15 diciembre 2024

Sandra Maycotte Felkel ha dedicado más de 23 años de su vida a la docencia en el Tecnológico de Monterrey, y su pasión por enseñar es evidente en cada clase que imparte. Al día de hoy, continúa buscando formas de reinventarse para mantenerse al día con los cambios del mundo actual, con el firme objetivo de formar a jóvenes capaces de pensar de manera crítica e innovadora.

Sandra cree que la educación es como un lienzo en blanco, y para ella, ser docente significa más que solo compartir conocimientos: se trata de transmitir también parte de su esencia, de inspirar a sus estudiantes a conectar ideas y generar valor en todos los aspectos de sus vidas.

Su interés por la economía nació en su infancia, cuando viajaba con su familia a Estados Unidos y observaba las grandes diferencias entre los productos y servicios que existían en ambos países.

Sandra recuerda cómo, en los años setentas, México seguía una política económica de sustitución de importaciones, lo que limitaba la variedad de productos y servicios disponibles. Esta experiencia la llevó a estudiar economía, pero, más tarde, su fascinación por entender las decisiones del consumidor la hizo cambiar su enfoque a la mercadotecnia.

$!Los negocios y la mercadotecnia son las grandes pasiones de Sandra.

“Me cambió la perspectiva”, dice, y desde entonces se interesó por entender cómo los intercambios de bienes y servicios afectan a la economía, tanto a nivel individual como en la industria y el país.

Con dos maestrías , una en Negocios Internacionales, otra en Desarrollo Económico en la Henley Business School de la Universidad de Reading (UK), un Global MBA por parte del Tecnológico de Monterrey y la Thunderbird School of Global Management (USA). Y estudios de doctorado (DCA), con la concentración en Negocios Internacionales, en la EGADE del Tecnológico de Monterrey y la Darla Moore School of Business (Ph.D. in Business Administration) de la Universidad de Carolina del Sur, Sandra ha acumulado un profundo conocimiento, pero lo más importante y gratificante para ella es la oportunidad que tiene de compartirlo con sus alumnos.

Ella busca que sus alumnos puedan detectar oportunidades de negocio, que analicen el contexto para poder gestionar los riesgos y así desarrollar de manera sólida las estrategias a seguir, no solo de bienes y servicios, sino personales, sociales, familiares y económicas. Ser sensibles, interpretar los cambios para tomar las mejores decisiones y generar valor transmisible. Que puedan hacer una interconexión de variables para la generación y captura de ese valor sostenible que beneficie a la sociedad y a la humanidad.

Sandra destaca que lo aprende de sus alumnos es mucho más de lo que ella misma puede enseñarles. Ellos, con sus conocimientos sobre las tecnologías digitales, le enseñan a mantenerse al día con los cambios que ocurren en el mundo y a adaptarse a ellos. “Me mantienen joven de espíritu, me motiva y me hace feliz” dice. Esta interacción constante es lo que más la gratifica de ser docente: el aprendizaje mutuo y el crecimiento conjunto.

Sandra pasó parte de su infancia en Estados Unidos y recuerda que se sintió desorientada al llegar al sistema educativo mexicano. Recuerda con cariño a una maestra, Vivian Burik , que, al darse cuenta de su inseguridad, la ayudó a ganar confianza en sí misma. Sandra ha valorado profundamente la empatía en la enseñanza. Esta experiencia la marcó y la motivó a ser una docente atenta a las necesidades emocionales y académicas de sus estudiantes, buscando siempre ver más allá de lo superficial.

$!La calidez de Sandra la han convertido en una querida maestra.

Aunque menciona que esas características las poseen sus colegas a los que admira y que en cambio, ella se esfuerza por desarrollarlas, quienes fuimos sus alumnos guardamos el recuerdo de Sandra, como ella el de Vivian, como una docente profundamente empática. Para muchos, como yo, Sandra fue y sigue siendo, más que una maestra, una verdadera mentora.

Mirando hacia el futuro, sueña con una “Sociedad 5.0”, en la que las tecnologías se pongan al servicio de la humanidad, promoviendo la innovación y el desarrollo sostenible. Para ella, los estudiantes juegan un papel esencial en esa visión, y su objetivo es que el talento que ellos desarrollen en el aula se convierta en parte de esa transformación.

La enseñanza es significa mucho más que una transmisión unidireccional de conocimientos. Es un proceso de crecimiento continuo y mutuo, donde se entrelazan el aprendizaje y la enseñanza en una relación constante de diálogo y colaboración.

En este espacio de intercambio, no solo se comparten teorías y conceptos académicos, sino que también se cultivan valores humanos esenciales como la empatía, la responsabilidad y la creatividad. Es un entorno en el que cada clase se convierte en una oportunidad para que tanto ella como sus estudiantes aprendan y crezcan, no solo intelectualmente, sino también como personas.

Para Sandra, la enseñanza no se limita a los libros o a las lecciones; se trata de las vivencias cotidianas, de los desafíos y triunfos que comparten juntos, y de cómo esos momentos se convierten en lecciones de vida que enriquecen su relación y amplían su visión del mundo.

En ese proceso, cada uno aporta algo único, y es en ese intercambio, en esa conexión profunda y genuina, donde realmente se da el aprendizaje. Así, la enseñanza se transforma en una experiencia compartida que trasciende las fronteras del aula y deja una huella perdurable tanto en los estudiantes como en ella misma.

Sandra Maycotte
Sandra Maycotte

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