Rémie Neijts tiene 41 años, es originario de Bélgica y tiene tres maestrías, Ciencias Biomédicas, Gestión Ambiental e Ingeniería Ambiental. Y de las decenas de maestros que ha tenido, a uno le guarda especial cariño: a su profesor de francés, el señor Zuerts.

Lo recuerda como un maestro que no se limitaba a dar sus clases, sino que gustaba de contar sobre sus viajes. “Creo que él me inspiró mucho en ese sentido, él siempre enseñó a través de sus experiencias”.

Aunque Rémie no tenía como plan de vida convertirse en maestro, cuando lo hizo, hace 10 años en Saltillo, una figura presente fue el señor Zuerts. De forma consciente o no, él ha influenciado el ritmo de su cátedra.

Rémie no sólo busca impartir clases según el plan de estudios. Él trata de motivar a sus alumnos. Sacarlos del aula.

“Hemos hecho muchos proyectos en reforestación en los arroyos, de llevar a los alumnos a la sierra; y después hay alumnos que regresan pidiendo consejos sobre qué más pueden hacer y en qué más pueden contribuir”.

Otro de los objetivos de Rémie es concientizar a los alumnos sobre los problemas ambientales de la ciudad, para que puedan construir un futuro en mejores condiciones. El cuidado del agua y la reforestación de la sierra forman parte de sus intereses, y trata de sensibilizar a sus estudiantes para que impulsen acciones que beneficien a la comunidad.

“El paso de la innovación es muy, muy, lento en Saltillo. Siento que con la industria automotriz se podría lograr, pero no entiendo por qué está tan lento, nos quedamos atrás y no hay iniciativas, aunque sí hay capital en la ciudad. Siento que el norte de la ciudad, el Tec de Monterrey, gente con recursos, tiene que empezar con el cambio; yo quiero impulsar este cambio con los alumnos.

“Hay que impulsar más bicicletas, mejor transporte público y más áreas verdes, porque el tráfico en los 10 años que tengo aquí ha empeorado, se hace más tiempo en cruzar la ciudad (...) en términos de agua, tenemos que hacer todo lo posible para reforestar las montañas alrededor de la ciudad. Hay muchas iniciativas con organizaciones. Eso es clave, porque los árboles realmente mantienen el agua en la ciudad, es importante detener las áreas que están deforestadas”.

En la opinión de Rémie, los jóvenes a los que da clases tienen una responsabilidad con los demás, porque pueden ser actores de cambio y mejorar la vida de quienes tienen menos recursos. Sus estudiantes, apunta, tendrán la oportunidad de estar en áreas claves que impulsen el desarrollo de la región y con ello se eleve la calidad de vida de todos los habitantes.

“Les dejo muy claro que ellos pertenecen al uno o dos por ciento de las personas que pueden pagar esto (una universidad privada)”.

Predicar con el ejemplo

Rémie y su esposa conocen bien los extremos sociales de Latinoamérica. Antes de vivir en Saltillo y tener hijos, dedicaron un par de años de su vida a contribuir a la sociedad: hicieron reforestación y ecoturismo en Guatemala; apoyaron programas de nutrición para niños de Colombia; y en Perú participaron en un estudio sobre el mono choro cola amarilla, para mapear a estos animales en peligro de extinción.

“Ese fue el plan. No solamente para retribuir, sino también por el interés personal de ir a aprender y tener experiencias diferentes. Durante el viaje no supimos que íbamos a quedarnos en México, eso se decidió después”.

Fue al quedar embarazados que Rémie y su esposa decidieron venir a la capital de Coahuila. Al ser una ciudad industrial automotriz, decidió tomar un trabajo como maestro.

“La sierra es el paraíso de la ciudad”

Los amigos de su esposa han hecho sentir a Rémie en un ambiente familiar.

- ¿Cómo describirías a los saltillenses?, se le pregunta.

- “Tengo 10 años viviendo acá. La gente de la ciudad me recibió muy bien, porque como mi esposa es de aquí, entonces entré en el círculo social de ella y sus amigos de infancia. Siempre han sido muy amables conmigo”.

Hoy está al frente de grupos en una de las universidades privadas con mayor prestigio: el Tecnológico de Monterrey, donde busca que los jóvenes del Campus Saltillo tengan un despertar de conciencias para conectar con la naturaleza.

Sus acciones lo han llevado a posicionarse como uno de los maestros más destacados y entrañables de Saltillo.

- ¿Cómo te gustaría ser recordado por tus alumnos?

- “Yo creo que me recordarán porque no hay tantos profesores extranjeros. Pero, al mismo tiempo, también por los proyectos que hacemos, como ir al Cañón de San Lorenzo y hacer senderismo. Les inculco que hagan ejercicio y conozcan la sierra, porque es el paraíso de la ciudad”.