Que no saludamos, que somos muy cerrados, que aquí cambiamos el “¡Buenos días!” por “¿Mande?”. Somos una de las ciudades menos abiertas, dicen los foráneos. Perdón. Nuestra distancia, este apego evitativo, tiene un origen: el trauma de haber superado una ruptura con canciones de La Rondalla de Saltillo. Pero no todo es dolor.

Lo que comenzó en los pasillos de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro en 1966 fue un hito que cambiaría la vida no solo de los músicos fundadores, sino de su ciudad. Posteriormente, decir que La Rondalla de Saltillo ha llevado el nombre de su tierra por todo el planeta, que su música fue nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de Coahuila o mencionar el éxito de sus más de 50 discos, son solo datos que no terminan de hacerle justicia a un ícono de la ciudad.

Sus canciones y legado son un acercamiento a la capa más íntima del corazón de roca del saltillense promedio. Por eso no es para cualquiera. Eran los sesentas y la moda eran las estudiantinas. La Rondalla revolucionó con amor la idea de la música en la ciudad y desde hace 56 años a la fecha, sigue haciendo posibles historias de amor “...aunque de hierro sea tu corazón”.

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Círculo de Oro se publica cada diciembre, se le conoce como “el producto estrella de Vanguardia”. La publicación, que corre a cargo del equipo de Saltillo 360, varía en su temática y este año los elegidos fueron los íconos de nuestro Saltillo. Todo aquello que nos hace sentir orgullosos de la ciudad, desde sus lugares y personajes más queridos, hasta aquellos negocios con tradición que tanto presumimos. ¡Redescubramos y celebremos a Saltillo! Este Círculo de Oro llena el corazón de nostalgia y orgullo.