Sabemos lo que pasaría si los planetas detienen su baile: lo mismo que si los órganos no siguen al director de la caja toráxica. Con esta lógica, Maribel Lugo Saucedo afirma que somos seres danzantes y aceptó el reto de compartir esta filosofía para que más personas reciban los dones de la musa Terpsícore y también descubran que el amor es bailar.
Carmela Weber –la prócer del ballet en Saltillo– le puso las zapatillas para enseñarle la técnica y metodología del camino que la llevaría a convertirse en la primera licenciada en Enseñanza de la Danza Clásica, así como la directora de la única institución con reconocimiento oficial en el estado.