Su repertorio es tradicional, pero se les oye bastante variado. Son de la Sierra de Arteaga. Allá se ganaban la vida tocando en bailes, casorios o trabajando en la labor. Ahora que el trabajo escasea, bajaron a la ciudad y están juntando aquí unos centavos para después irse al otro lado. (¡Otro producto de exportación!).
Su aportación al saber regional es tan valiosa como los petroglifos, las plantas del semidesierto y los fósiles. “¡Pero si no son tan viejos!”, dirán ustedes. No me refiero a los Fara Fara, sino a su repertorio. Algunas canciones que interpretan se las enseñaron sus mayores.