Nació en la Ciudad de México pero Saltillo es su hogar desde los siete años. Sus padres y maestros impulsaron su talento en la Academia de Rubén Herrera. Ahora es un pilar de la plástica en la ciudad, aún así, asegura que le falta mucho por hacer
- 18 diciembre 2022
Respirar, para Mercedes Murguía Arizpe, es lo mismo que pintar: una necesidad. Las musas la encuentran con pincel en mano, cuatro o cinco obras “enfriándose” y buscando siempre cómo reinventarse.
Fernando Castro Pacheco, muralista de la Escuela Realista Mexicana y director de La Esmeralda, vio en Nea (Nueva, sobrenombre cariñoso) lo que sus padres notaron desde que ella tenía nueve años; ahí, en los trazos con los que plasmó el desnudo de Melchor —modelo de Diego Rivera— notó el talento que potenciaron en la Academia de Rubén Herrera.
Ella es retratista, pinta bodegones y ocasionalmente paisajes, pero éstos también son retratos en los que se incluye.
La Revolución es parte de su código genético familiar. Su tatarabuelo se rebeló contra Díaz y enfiló al célebre general Francisco Murguía a empuñar las armas. Mercedes y Américo, su hijo, alzaron la voz para buscar seguridad social para los artistas después de que una bacteria casi la matara. La revolución se nota también en la disciplina con la que pinta y en su persecusión de la perfección.
El dibujo es la religión de la pintora. Desde 2020 tomó la misión de crear obras que muestren a un Venustiano Carranza más apegado a su personalidad férrea y avasalladora, con la complejidad que le borraron los artistas que intentaron hacerlo más bonachón y “asantaclosado”.
Pese a que la creadora es uno de los pilares de la plástica coahuilense, hecho demostrado nuevamente en el 2021 con la Presea Manuel Acuña, ella asegura que nunca ha logrado nada, sigue buscando mejorar su obra y reinventarse.
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Círculo de Oro se publica cada diciembre, se le conoce como “el producto estrella de Vanguardia”. La publicación, que corre a cargo del equipo de Saltillo 360, varía en su temática y este año los elegidos fueron los íconos de nuestro Saltillo. Todo aquello que nos hace sentir orgullosos de la ciudad, desde sus lugares y personajes más queridos, hasta aquellos negocios con tradición que tanto presumimos. ¡Redescubramos y celebremos a Saltillo! Este Círculo de Oro llena el corazón de nostalgia y orgullo.
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