Alerta: cuatro de cada diez niños "transan" a su papá
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Según un estudio cada vez más los menores piden dinero para hacer tareas domésticas cuando antes eran obligaciones naturales
CIUDAD DE MÉXICO.- Tres de cada cinco niños consideran que el dinero no da la felicidad y que éste hace a la persona presumida y egoísta; sin embargo, 40 por ciento de los infantes de siete a 12 años reconoce que les gusta y, por lo mismo, recurre al chantaje emocional, al berrinche o al intercambio para obtener lo que quieren de sus papás.
El reciente informe Kidea, La Niñez Mexicana Frente a las Preocupaciones Adultas: Inteligencia, Economía, Ecología y Globalización señala que los menores de 12 años carecen de un concepto claro del dinero, pero en la práctica obtienen cosas a cambio de quehaceres domésticos que antes eran obligaciones naturales de los niños.
José Antonio Turueño Senosiain, uno de los autores de este reporte, señaló que los niños de clase media a alta de zonas urbanas aprenden a "transar" al papá mediante conductas que parecen ingenuas, tales como endulzar el oído, dar besos, abrazos, o prometer que van a tener mejores calificaciones a cambio de un juguete u otro objeto que les interese.
La investigación, elaborada por la Universidad Anáhuac y el centro de diversiones Kidzania, detectó que los pequeños tienen una visión negativa del dinero, ya que es una de las principales causas de discusión y pleitos entre sus papás, que, incluso, puede terminar en el divorcio.
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Sus dos visiones
Turueño Senosiain indicó que 40 por ciento de los niños aprende a ahorrar con el objetivo de comprar videojuegos, equipos electrónicos, así como otros juguetes y ropa, lo cual es un buen hábito; pero el problema es que corren el riesgo de crecer con la idea de que el dinero funciona para transar o marcar diferencias sociales.
"El problema es que pueden crecer con una visión distorsionada del dinero, tener una idea negativa de éste y pensar que funciona para transar", apuntó Turueño.
"Asumen que en la vida diaria es útil para tener todo aquello que necesitan y, sin embargo, critican su existencia porque están seguros de que si no hubiera dinero, el mundo sería mejor, pues le atribuyen desigualdades sociales", explicó el reporte basado en encuestas a menores que acudieron a ese centro de diversión.
Ejemplo de ello lo muestran respuestas como la que dio una niña al exponer que "hay compañeras que se fijan mucho en qué marca de celular traes y en tu ropa".
En esa encuesta aplicada a menores de siete a 12 años durante marzo de 2011, los resultados muestran que estos infantes consideran que los adultos viven obsesionados por el dinero y que "el rico suele ser presumido y egoísta".
Antes de llegar a la pubertad, tres de cada cinco niños sabe cómo obtener más ingresos de los que recibe a diario.
Y a diferencia de hace algunas décadas, hoy obtienen cosas o dinero a cambio de obligaciones naturales de su edad, como sacar buenas calificaciones, tener buen comportamiento y ayudar en labores domésticas.
"Esta lógica económica implica para los padres un problema de educación, pues además de que el pequeño le da un valor exagerado a conductas cooperativas que antes eran obligaciones, los padres tienen que desembolsar dinero para motivarlas", concluyó el reporte Kidea.
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Abusados
De acuerdo con el reporte de Kidea, los niños de clase media a alta de zonas urbanas "aprenden a transar" a sus papás mediante conductas que parecen ingenuas: endulzar el oído, dar besos, abrazos, o prometer que van a tener mejores calificaciones a cambio de un juguete o algo que quieren.