Arranca hoy la Cruzada contra el hambre y la Pobreza Extrema

Nacional
/ 28 septiembre 2015

En 50 años ha sido antecedida por Conasupo, SAM, Pronasol, Progresa y Oportunidades, entre otros

México, DF. Con una historia de al menos medio siglo de creación de programas sociales destinados a resolver la pobreza alimentaria, y al igual que lo hizo en 2003 el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva con el programa Hambre cero, el gobierno de Enrique Peña Nieto anunciará hoy el inicio de la Cruzada Nacional contra el Hambre y la Pobreza Extrema.

El problema de inseguridad alimentaria en el país se presenta en diversos grados. Hay 41 por ciento de mexicanos que padecen esta condición en forma leve, 17.7 de manera moderada y 10.5 por ciento -8.3 millones de familias- en forma severa. Quienes permanecen en esta última categoría son personas que han experimentado hambre, con una dieta insuficiente en cantidad y poco variada, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012.

El sur del país, región crítica

Con un modelo adecuado de atención a la nutrición y salud, durante tres décadas se hubiera podido evitar la muerte de un millón 300 mil niños y se estima que durante un año al menos 10 mil infantes morirán a causa de enfermedades asociadas con la desnutrición, de acuerdo con información de Abelardo Avila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán.

El sur del país, como ha ocurrido históricamente, tiene la mayor prevalencia de niños de talla baja, efecto negativo acumulado de la desnutrición, indica la Ensanut 2012.

De los mil municipios en el país que tienen a 75 por ciento o más de su población en pobreza, hay 190 que concentran a la mitad de los mexicanos en esa condición. Los cinco con el mayor porcentaje de pobres, en los que la principal carencia es la alimentación, son: Cochoapa el Grande, Guerrero, con 82.6 por ciento; San Simón Zahuatlán, Oaxaca, 80.8; San Juan Cancuc, Chiapas, 80.5; Mixtla de Altamirano, Veracruz, 80.3, y Chalchihuitán, Chiapas, con 79.8 por ciento, indica el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Los programas alimentarios en México se iniciaron en 1962, con la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), que se encargaba de regular el mercado de productos básicos en apoyo de consumidores de bajos ingresos, pero, con la eliminación de subsidios a los granos, dicho organismo desapareció en 1999.

En 1980 surgió el Sistema Alimentario Mexicano (SAM), en el cual participaron diversas instituciones, sectores y secretarías, y cubría desde la producción hasta el consumo de los alimentos, con el objetivo de superar la crisis del sector agropecuario y alcanzar la autosuficiencia alimentaria. En 1982 apareció el Programa Nacional de Alimentación, que sustituyó al SAM.

El Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) se puso en marcha en 1989, con el objetivo de combatir la marginación social y la pobreza extrema; en la vertiente de programas de bienestar social, incluía el abasto y la alimentación. En el gobierno de Ernesto Zedillo se instauró el Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), que en el sexenio de Vicente Fox se transformó en Oportunidades.

Actualmente, 40 por ciento de los hogares recibe ayuda de al menos un programa alimentario. Oportunidades es el de mayor cobertura, seguido de Desayunos Escolares del DIF y Liconsa, indica la Ensanut 2012.

De acuerdo con el Coneval, hay cinco programas en materia de alimentación que tienen alto presupuesto. En 2011, Oportunidades, Apoyo Alimentario, Abasto Rural, Abasto Social de Leche y de Adquisición de Leche Nacional, a cargo de Liconsa, ejercieron 42 mil 644 millones de pesos, lo cual representó 47 por ciento más que en 2008.

Tan sólo Oportunidades pasó de contar en 2008 con 22 mil 972 millones de pesos a 33 mil 443 millones en 2011. A estas acciones se suma el Fondo de Aportaciones Múltiples del ramo 33, que tiene un componente alimentario.

"Para la prevención y virtual eliminación de la desnutrición en México es necesario combinar políticas de crecimiento económico y de desarrollo social que mejoren el ingreso y las condiciones de vida de la población, junto con acciones específicas de promoción del crecimiento, mediante el fomento de una adecuada alimentación infantil, así como la dotación de suplementos alimenticios o micronutrimentos, y la atención primaria de la salud", concluye la Ensanut 2012.

Por su parte, la Cruzada Nacional contra el Hambre, anunciada por Peña Nieto en Chiapas, se dirigirá a los 28 millones de mexicanos que sufren de carencias de alimentación y a los 11.7 millones que hasta 2010 sufrían de pobreza multidimensional. Dicho esquema involucra 64 programas ya existentes, se aplicará de forma inicial en 400 municipios y en él participarán los sectores público, social y privado, además de organismos internacionales.

Con la formación del Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre y la Pobreza Extrema, esta estrategia busca lograr "cero hambre", eliminar la desnutrición infantil, aumentar la producción de alimentos y el ingreso de campesinos, minimizar las pérdidas poscosecha y de alimentos, promover la participación comunitaria y la movilización popular para la erradicación del hambre.

Los 64 programas involucrados corresponden a las secretarías de Hacienda, Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; Educación Pública, Salud, Trabajo y Previsión Social, Desarrollo Agrario, Medio Ambiente, Desarrollo Social y Seguridad Pública, de acuerdo con el proyecto de decreto que se encuentra en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.



TEMAS

COMENTARIOS

Selección de los editores