Amarguetix, campaña de discriminación y rechazo

Opinión
/ 2 octubre 2015

La voz en off de un locutor explica en tono grave: “Cada vez que alguien deja de hacer algo que le gusta nace un amarguetix, una criatura sombría que se queja de todo, y cuando más digas –nomás nacen; por eso no traigas más amarguetix al mundo, vuelve a eso que te gusta”. Mientras el locutor habla, transcurren una serie de escenas en las que uno de los protagonistas opta por no realizar alguna actividad; es el spot televisivo de Coca Cola, parte de su nueva campaña que remite a la discriminación y al rechazo de quienes dejaron de consumir esa bebida por los daños que causa a la salud.

Y es que la publicidad, a estas alturas ya todos deberíamos saberlo, transmite mensajes explícitos e implícitos; comunica con el texto, el sonido y la imagen, resulta lamentable que en este caso los genios creativos de la transnacional refresquera recurrieran a una campaña de connotaciones negativas.

Un análisis del spot muestra la imagen de quienes implícitamente son considerados como amarguetix, en los casos de personajes masculinos usan gafas o dejan crecer su barba, que en un lenguaje de estereotipos coincide con el perfil de personalidad de quienes rechazan el consumo de Coca Cola.

El spot utiliza como frase final el slogan de la campaña: “Vuelve a eso que te gusta” e inmediatamente aparece en la pantalla una Coca cola. El mensaje es claro, debes regresar al consumo del refresco, de lo contrario eres un amargado.

Otro mensaje implícito de la campaña es que si te opones al consumo de la Coca Cola eres un amargado y serás un perdedor en otras facetas; según las escenas actuadas en el spot, quienes están contra el consumo de esa perjudicial bebida son aburridos, impotentes y flojos, esas son las linduras que dice la campaña publicitaria sin decirlo.

Pero ¿por qué se preocuparía un gigante como Coca Cola por quienes cataloga como “amarguetix”? la respuesta está en la creciente cantidad de personas que activamente señalan los riesgos de consumir ese producto, ese rechazo  ya se refleja en cargas impositivas o modificaciones legales que afectan a la empresa. Además paralelamente y desde abajo, desde la masa y gracias a las redes sociales, se difunde una campaña espontanea contraria a esa bebida y a favor de una manera más saludable de vivir.

Coca Cola, Sabritas, Marinela, Bimbo, Barcel y cualquier cantidad de empresas que venden comida chatarra están contribuyendo activamente al deterioro de la salud de los seres humanos en todo el mundo, esa es la verdad pura y llana. Pero el asunto toma tintes preocupantes, cuando a esa verdad le sumamos las cantidades millonarias que invierten en publicidad estas poderosas compañías, a golpe de campañas de marketing moldean la mente de los consumidores.

No es un tema menor, Coca Cola invierte millones y millones de pesos en esta campaña de discriminación y rechazo, lo que vuelve pertinente preguntar ¿qué efecto tendrá en la sociedad? Habrá quien piense que exagero, pero yo diría: acaso son ajenas al problema de obesidad, las campañas publicitarias a que ha sido sometida la población durante décadas.

En mucho los problemas de salud que vive hoy la población de México y otros países son el resultado del cambio de hábitos de consumo gracias a la influencia de las campañas publicitarias.

Se vuelve necesario para el país poner sobre la mesa el tema de la regulación de las campañas publicitarias de consorcios como Coca Cola, a la luz de un principio básico: el bien común.

twitter  @bebefuerza

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