El segundo plantón en Paseo de la Reforma

Opinión
/ 2 octubre 2015

Hemos llegado al capítulo de las reformas que dividen, quiebran. El PAN con un agresivo proyecto de iniciativa energética, el secretario Osorio Chong con la afirmación de que saldrá este año y el diputado Beltrones subrayando la urgencia de ir al frente, dieron el banderazo al desenlace de la reforma constitucional para recibir inversión privada que  transforme a Pemex y a la economía nacional.

Llegó, asimismo, el momento para la izquierda, las izquierdas. "Que ni hagan cuentas alegres, no lo vamos a permitir", dijo ayer el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez, en un primer boceto del discurso de no pasarán. "La izquierda va con todo en contra de las retrógradas intenciones de querer entregar a manos extranjeras la industria petrolera".

Sánchez aventuró que no solo habrá marchas, "sino plantones y todas las acciones pacíficas imaginables". La protesta, pues, perfila también un torneo de radicalismos.

La parte institucional del PRD no puede lopezobradorizarse, ya que conoce los costos, pero tampoco puede dejarse rebasar alegremente por la izquierda. El lopezobradorismo no necesita en esta al PRD y sus "tibiezas", pero conoce por igual los costos de acciones como las del verano de 2006. El ebrardismo querrá ganar identidad en la tormenta. Y organizaciones tipo el SME, que han sacado raja de los plantones y la extorsión, deben frotarse las manos calculando las ganancias.

Sin grandes incentivos para ir juntos, dado que el mayor riesgo será pasar inadvertido, la protesta apunta para ser escenificada en varias pistas. Que se prepare el Paseo de la Reforma.



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