Compró Israel a Argentina entre 80 y 100 toneladas de uranio en los años 60
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El material, indispensable para el reactor de Dimona y la creación de armas nucleares
Nueva York. El gobierno de Israel adquirió de manera secreta decenas de toneladas de óxido de uranio de Argentina para su programa de armas nucleares en los años 60, según documentos oficiales estadunidenses y británicos divulgados por la organización independiente National Security Archive.
Entre 1963 y 1964 el gobierno israelí compró entre 80 y 100 toneladas de uranio procesado conocido como yellowcake, el cual resulta indispensable como combustible para el reactor nuclear de Dimona y la producción de plutonio para armas atómicas. El gobierno estadunidense, según los documentos, se enteró de la adquisición por conducto de los servicios de inteligencia canadienses y obtuvo más detalles mediante su embajada en Buenos Aires.
El gobierno de Israel, en esos años, evadió responder las solicitudes diplomáticas estadunidenses de más información sobre dicha compra. Según el investigador William Burr, del National Security Archive -centro dedicado a la investigación y transparencia de las relaciones exteriores y asuntos de seguridad nacional de Estados Unidos-, esa historia "ha permanecido en gran medida desconocida porque Israel ha hecho todo lo posible por mantener en secreto hasta la fecha cómo y dónde adquirió materia prima para su programa atómico".
La organización señala que los documentos divulgados hoy revelan, entre otras cosas, que las restricciones francesas a la oferta de uranio a Israel en 1963 generaron sospechas en Washington de que Tel Aviv buscaría obtener el material de otras fuentes sin condiciones. Un informe de inteligencia canadiense, fechado en marzo de 1964, afirmaba que Israel ya contaba con los requisitos para "iniciar un proyecto modesto de desarrollo de armas atómicas" y que, en septiembre de 1964, fuentes de la embajada estadunidense en Argentina confirmaron la venta del material nuclear.
Los investigadores sostienen que a finales de 1960 la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) se enteró de que Israel, con la asistencia de Francia, estaba construyendo una instalación atómica cerca de Dimona. Estados Unidos, Canadá y Reino Unido sospechaban que Israel estaba desarrollando un programa de armas nucleares. Aun después de que se enteraron, los tres países mantuvieron el secreto. La instalación nuclear en Dimona, diseñada por los franceses, tenía mayor capacidad para producir plutonio de lo que suponían estadunidenses e ingleses, y "hasta hoy día no está claro qué tanto sabía la inteligencia occidental sobre la instalación y exactamente cuándo y cómo se enteró", comentan los especialistas y otros dos centros de investigación.
Aunque todos los documentos estadunidenses publicados hoy fueron desclasificados a mediados de los años 90, han permanecido casi olvidados y han sido poco consultados. Éstos, más otros de los gobiernos británico y canadiense, se pueden consultar en la página gwu.edu/~nsarchiv/nukevault/ebb432/