Descarta Cardenal Hummes cambios profundos en la Iglesia
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Según Hummes, la misión de la Iglesia es la de interpretar el Evangello frente a las nuevas situaciones que se presentan en el mundo.
Río de Janeiro, Brasil.- El sucesor del papa Benedicto XVI no dictará cambios en las directrices actuales de la Iglesia católica sobre temas polémicos, como la unión civil entre homosexuales, el uso de métodos anticonceptivos y la investigación con células-madre, opinó el cardenal brasileño Claudio Hummes.
"La Iglesia no puede cambiar el Evangello que recibió de Jesús Cristo", resumió hoy en entrevista al diario "Folha de Sao Paulo" el brasileño de 78 años, quien participará en el cónclave que elegirá al próximo pontífice.
Según Hummes, la misión de la Iglesia es la de interpretar el Evangello frente a las nuevas situaciones que se presentan en el mundo.
"Sabemos que existen hoy muchos retos nuevos en los campos de la ciencia, de la medicinas, de la biología. Son campos sobre los cuales tenemos que dialogar. Pero creo que será difícil sencillamente decir 'sí' a lo que es propuesto por la sociedad o por los legisladores hoy día", expresó.
En la entrevista, Hummes descartó la posibilidad de que sea elegido como sucesor de Benedicto XVI, y opinó que el próximo papa debería ser un religioso más joven, con alrededor de 65 años de edad: "Yo espero que sea un hombre más joven".
"Hemos tenido a un papa muy joven, Juan Pablo II, quien fue elegido a los 58 años, y luego un papa muy anciano, Benedicto XVI, elegido con 78 años. Espero que ahora encontremos un promedio".
El brasileño opinó que "algo en torno a los 65 (años) sería una buena edad", pero advirtió que éste "es un criterio menor, no el prioritario".
"Lo importante es que el papa que será elegido sea un hombre de Dios, un hombre de fe. Existen buenos candidatos", aseveró.
El arzobispo emérito de Sao Paulo y ex prefecto de la Congregación para el Clero en el Vaticano (entre 2006 y 2010) opinó, por otra parte, que la decisión de Benedicto XVI de abandonar el pontificado podrá convertir la renuncia de un papa en un hecho más frecuente de lo que ha sido hasta ahora.
"Creo que será más fácil para ellos (los futuros pontífices) tomar eventualmente esta decisión. Era difícil una primera vez en 600 años. Nosotros entendemos lo difícil que habrá sido. Pero como este papa es muy racional y, al mismo tiempo, un santo hombre, él logró tomar esta decisión. Esto, de hecho, abre puertas", expresó.
El cardenal brasileño destacó que, ante la renuncia de Benedicto XVI, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) será una de las primeras -o hasta la primera- gran cita del próximo pontífice, lo que hace aumentar la expectativa en Brasil por la cita que se celebrará del 23 al 28 de julio en Río de Janeiro.
Según Hummes, la importancia se debe al hecho de que la JMJ será protagonizada por "un papa reciente, y seguramente será uno de los primeros viajes internacionales -si no el primero- que él hará".
"Y nosotros nos sentiremos muy felices por tenerlo acá, porque Brasil es muy importante", agregó el religioso, quien aseguró que la cita representará una oportunidad más para fortalecer la estrategia de la Iglesia católica brasileña de contrarrestar la creciente influencia y popularidad de las religiones evangélicas pentecostales.
"Cuando el papa Benedicto XVI estuvo acá, han sido elaboradas muchas propuestas en este sentido. Luego, él insistió mucho en la nueva evangelización, y en que la Iglesia debe estar muy cerca del pueblo, sobretodo de los más pobres. Pienso que el nuevo papa seguirá también en este rumbo", afirmó.
El cardenal aclaró que, en Brasil, "no hay conflicto con las iglesias evangélicas", pero que la Iglesia católica quiere mantenerse cerca a las personas "a las que bautizamos", y para ello se dispone a "ir hasta el pueblo, y no sólo esperar y atender a las personas que vienen a nuestra parroquia".
"Nosotros somos los que deben, en forma organizada, en forma preparada, encontrar el pueblo, evangelizar el pueblo", concluyó.