La Celac, heredera de los bloques regionales latinoamericanos
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El nacimiento de la Celac implicó la despedida del Grupo de Río, que había surgido en 1986 tras la fusión del Grupo de Contadora.
Santiago, Chile.- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), sucesora del Grupo de Río, reunió a los jefes de Estado y de gobierno de 33 países en su primera cumbre en diciembre de 2011 en Caracas.
La troika de la CELAC -organismo paralelo a la Organización de Estados Amerìcanos (OEA)- está integrada por Chile, Cuba y Venezuela, y su segunda cumbre será los días 27 y 28 de enero en Santiago. Cuba y Costa Rica serán las próximas sedes en 2014 y 2015.
Panamá, a través del presidente Ricardo Martinelli, se ofreció para ser sede de la Secretaría General de la Celac, organismo que tomará sus decisiones por consenso.
En la Declaración de Caracas, la Celac manifestó en diciembre de 2011 que nace en la coyuntura histórica de los 200 años de independencia de los países americanos y bajo principios como el respeto al derecho internacional, la solución pacífica de controversias y la prohibición del uso y la amenaza del uso de la fuerza.
También mencionó el respeto a la autodeterminación, a la soberanía y a la integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos y la protección de los derechos humanos y de la democracia.
Los 33 países miembros de la Celac son Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Costa Rica, Cuba, Dominicana, El Salvador, Grenada, y Guatemala.
Además Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Mancomunidad de Dominica y Federación de San Cristóbal y Nieves.
El nacimiento de la Celac implicó la despedida del Grupo de Río, que había surgido en 1986 tras la fusión del Grupo de Contadora (Colombia, México, Panamá y Venezuela), creado para apoyar la paz en Centroamérica, y el Grupo de Apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay).
"El siglo XXI va a ser el siglo de América Latina y el Caribe. Buscamos el desarrollo integral, fortalecer la libertad de nuestros pueblos y crear oportunidades de igualdad", señaló el presidente de Chile, Sebastián Piñera, al asumir la troika de la Celac.
El ahora convaleciente presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue artífice de la Celac, ratificando la vocación integracionista de Venezuela que en décadas anteriores impulsó la creación de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el Sistema Económico Latinoamericano (SELA) y el Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela).
Además, en 1983 Venezuela constituyó el Grupo Contadora, que años después inspiró el Grupo de Río, como instancia de consulta y negociación política de la región.
La Celac fue creada formalmente el 23 de febrero de 2010 en la XXI Cumbre de Río en la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo, México.
El mayor foro occidental al margen de la influencia de EU
Latinoamericanos y caribeños llevan casi tres lustros reuniéndose cada dos años con sus socios europeos en el mayor foro occidental en el que no está Estados Unidos. La cumbre que Santiago de Chile acoge el 26 y 27 de enero es la séptima de estas reuniones que a día de hoy reúnen a 60 países, casi un tercio de los miembros de la ONU.
Fue precisamente en Chile donde en 1996 surgió la idea de crear este mecanismo de diálogo permanente entre los países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea. Lo propuso el entonces jefe del gobierno español, José María Aznar, en la VI Cumbre Iberoamericana y la idea cristalizó en la cumbre de Rio de Janeiro de 1999, la primera entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE).
La reunión en Santiago de Chile tendrá nombre nuevo, Cumbre CELAC-UE, ya que América Latina y el Caribe se presentan por primera vez bajo el alero de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), creada hace un año para aglutinar a los países del continente americano, con la excepción de Estados Unidos y Canadá.
Estas cumbres, en las que los países participantes suman entre todos más de 1.000 millones de habitantes, se celebran generalmente en el mes de mayo. La de Santiago de Chile debía haber tenido lugar en ese mes del año pasado, pero se pospuso hasta ahora.
La primera de las cumbres de latinoamericanos, caribeños y europeos, la de Rio en 1999, reunió a 48 jefes de Estado y de gobierno para estrechar vínculos políticos, económicos y culturales y fortalecer su relación con una "asociación estratégica birregional".
En lo económico, fue una respuesta al desafío que planteaba el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por Washington, aunque los acuerdos económicos de la UE con los bloques regionales latinoamericanos no avanzaron según lo esperado. Hasta ahora sólo se cerró el acuerdo UE-Centroamérica. El acuerdo comercial con Mercosur, tantas veces estancado, sigue sin concretarse y en Santiago habrá una nueva ronda de negociación a nivel ministerial.
La segunda de las cumbres bienales se celebró en Madrid en 2002 bajo el lema "Impulsando la asociación estratégica para el siglo XXI". Ocho meses después del 11-S, se habló de cooperación contra el terrorismo y el narcotráfico y de una respuesta común a las amenazas del nuevo siglo. En lo económico se criticó la ola proteccionista, sobre todo de Estados Unidos, pero el comunicado final que condenó esas prácticas no citó por nombre al país. Unas prácticas que ALC reprochó también a una UE de entonces aún quince socios. En Madrid se cerró el acuerdo de asociación entre la UE y Chile.
En 2004 fue la ciudad mexicana de Guadalajara la que acogió una cumbre centrada en el multilateralismo, la cohesión social y la integración regional. Fue la primera reunión UE-ALC -y también la primera reunión internacional de la UE- desde la ampliación del bloque de 15 a 25 socios. En las negociaciones de los acuerdos de asociación no hubo avances y en lo político, la disputa la marcó la condena a dos actuaciones estadounidenses, las torturas a presos en Irak por parte de soldados norteamericanos y el embargo contra Cuba.
La cumbre de Viena de 2006 tuvo como lema el "Fortalecimiento de la asociación estratégica birregional" y estuvo marcada por las divisiones entre los países latinoamericanos. El único avance palpable fue el anuncio del inicio de un proceso con Centroamérica para negociar un Acuerdo de Asociación con la UE.
En mayo de 2008 le tocó el turno a Lima, donde la pobreza y el desarrollo sostenible fueron los temas centrales. La cumbre en Perú concluyó con un llamado a acelerar la integración birregional e impulsar la democracia para combatir la pobreza y enfrentar los retos de la crisis alimentaria y el cambio climático.
Latinoamericanos, caribeños y europeos regresaron a Madrid en 2010, cuando la peor crisis económica y financiera en décadas causaba ya daños en el Viejo Continente. Se comprometieron a unir fuerzas frente a ella y trabajar "en pro de una nueva arquitectura financiera internacional" y decidieron crear EuroLac, una fundación para fortalecer la asociación entre los dos bloques.
En la cita, América Latina arremetió contra el trato de la UE a sus inmigrantes, con el endurecimiento de sus leyes al respecto coincidiendo con la crisis. Otra disputa estuvo servida por la situación de Honduras. Su presidente, Porfirio Lobo, no participó en la cumbre porque varios mandatarios latinoamericanos amenazaron con no ir si tenían que compartir foro con el jefe de un gobierno que consideraban ilegítimo tras el golpe de Estado de un año atrás.
En la capital española, Colombia y Perú rubricaron sendos acuerdos comerciales con la UE, poniendo en cuestión las perspectivas de la Comunidad Andina como bloque regional.