La Wanders Lovers y Radamés relatan su secuestro
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Con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, "La Wanders" platica ante las cámaras sobre el terror de casi cinco días que vivió en una casa de seguridad de Ecatepec
Radamés de Jesús y su pareja Yared Licona, mejor conocida en el medio del espectáculo como "La Wanders Lovers", ex integrantes del programa de comedia "La Guerra de los Chistes", vivieron momentos de terror al ser secuestrados antes de entrar a un evento en el municipio de Ecatepec, y mantenidos en una casa de seguridad de la zona.
En el video publicado en el sitio en línea de la revista de espectáculos TV Notas, "La Wanders Lovers" señala que al momento de los hechos, ellos pensaron que lo único que querían los delincuentes era llevarse la camioneta en la que viajaban; sin embargo, los secuestradores bajaron a dos amigos que iban con ellos y se subieron a la unidad.
Al respecto, Radamés señala que "se empezó a negociar una cifra, y en ese momento dije bueno... este, que se baje mi mujer. Y ellos, la respuesta que dijeron es que `no porque la mujer ahorita automáticamente... pues se va a bajar y va a correr con una patrulla, entonces las mujeres no tienen tantos hue... como tú no... entonces hazlo tú, hazlo rápido y esto se va a terminar'", explica.
Con voz entrecortada, "La Wanders" habla sobre lo difícil que fue soltar a su pareja para que se pudiera bajar y conseguir lo que los presuntos secuestradores les pedían, "y yo decía esto va a ser rápido, Radamés le va a dar el dinero y va a ser rápido... y así estuve hasta que ya no... hasta que ya vi que llegué a un lugar, me bajaron, me encerraron y ya de ahí pues ya... fueron cinco días de eh... infierno", cuenta con lágrimas que buscan salir de sus ojos.
La conductora de televisión estuvo encerrada cinco días, sin saber de sus hijas, ni de su parejas, pero la esperanza de volverlos a ver y de que todo se solucionaría satisfactoriamente la mantenía en pie ante la adversidad, pese a la zozobra de que le pudieran dar un balazo,.
"Dormía en... era un colchón, había tres almohadas y una cobija... este, bastante gruesa y pesada que siempre tenía encima, yo nunca me la quité así sudara y tenía mucho calor, era como mi protección y jamás me quité esa cobija de encima", señaló Licona ante la pregunta expresa de dónde dormía.
De igual forma, relata que finalmente fue dejada en una calle oscura y horrible, sin saber a dónde ir, por lo que empezó a correr hacia donde veía luz, cuando de la nada apareció un muchacho, a quien se acercó para pedirle ayuda, superando el temor de que algo más le pudiera pasar; caminó junto a él por varias cuadras hasta llegar a un teléfono público donde le avisó a Radamés que ya estaba libre.