Los bebés del 9/11, rostros de la esperanza

Internacional
/ 23 septiembre 2015

Christine Pisera Naman, madre de Travor, quien nació aquel fatídico 11 de septiembre de 2001 compartió su obra

CIUDAD DE MÉXICO.- Son 13,238 niños que nacieron en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Christine Pisera Naman, madre de uno de ellos, reunió un libro de frases y retratos de 50 pequeños bajo el título de Face of Hope, Rostros de Esperanza.

"Quería compartir con las madres de otros niños nacidos ese día lo mismo que yo sentí", dijo  Naman a Excélsior.

"Comencé a darme cuenta de que mi bebé y todos los que nacieron en ese día tenían un propósito muy especial. Nacieron para dar vida, esperanza y bondad a un mundo en el día en que más lo necesitaba", escribe en la introducción de su libro.

Ellos están conscientes de lo que ocurrió ese día, ahora que Trevor -su hijo nacido el 11 de septiembre- tiene casi diez años puede entender lo que pasó el día de su nacimiento, que fue una fecha muy triste en la historia de Estados Unidos.

"Cuando creces con algo que siempre es un hecho en tu vida, lo aceptas, en lugar de tener sentimientos negativos al respecto. Él no desea haber tenido su cumpleaños en otro día y entiende que los niños vienen cuando vienen", exteriorizó.

"Él tiene que estar atento porque la gente tiene reacciones cuando dice que su cumpleaños es el 11 de septiembre. Le dicen que es un mal día para cumplir años o le preguntan si desearía cumplir años otro día, a lo que él responde que él nació cuando debió nacer. Él puede lidiar muy bien con eso."

"Celebrar su cumpleaños es un acto que tiene que estar equilibrado. La mayoría de la gente que tiene niños que nacieron el 9/11 celebran su cumpleaños con pastel, regalos y globos como en cualquier otro cumpleaños, además de tomarse tiempo para reflexionar y para conmemorar lo sucedido ese día, expone Naman.

Kayla, nacida en septiembre de 2001 en Houston, quiere ser artista de grande y dice que no le gusta Osama bin Laden porque destruye cosas, según le enseñan en la escuela.

-¿Qué hacen las personas en Estados Unidos el 11 de septiembre?

-La gente se siente triste, respondió Kayla.

"Tener un bebé ese día fue una experiencia especial; haber tenido un hijo el 11 de septiembre de 2001 fue único", escribe Naman

 "Cada madre carga a su recién nacido en sus brazos el día en que nace y se pregunta a qué tipo de mundo acaba de traer  a este pequeño inocente. Toda mamá pasa por lo menos unos instantes la primera noche del bebé preguntándose en qué clase de mundo vivimos", expresa en su libro la autora de Faces of Hope. Ariel, hermano de Kayla de 16 años, quiere ser médico y dice que Estados Unidos ya no está en peligro porque "ya agarraron a Osama".

El papá de ambos dice que nunca perdió el sentimiento de seguridad que Estados Unidos le provee.

"Estábamos impactados, no sabíamos qué era, si un accidente o la guerra, nosotros creemos que Estados Unidos es un país seguro, pero definitivamente no ha ganado nada en la guerra."

"Todo el mundo estaba de acuerdo con la intervención de Estados Unidos en Oriente Medio porque el que la hace la paga", completa.

Kimberly, de Florida, nacida en marzo de 2001, dice que los maestros les cuentan sobre lo que pasó con las Torres Gemelas y el Pentágono, señalando que la persona detrás de todo fue Osama bin Laden.

"Muchos de mis compañeros estaban felices y tristes cuando murió, porque aunque era un ser humano, él era malo", expresa a este diario.

Sin embargo, no todos los niños tuvieron la oportunidad de seguir siendo el Rostro de Esperanza como Naman les llama en su libro. Christina Green Taylor, una de las niñas que formaron parte del libro Faces of hope fue asesinada en un encuentro político en Estados Unidos. Según sus padres, el hecho de haber nacido el 11 de septiembre le despertó el interés en la política.

En un ataque el 8 de enero de este año, un hombre abrió fuego contra asistentes a una reunión organizada por la congresista del Partido Demócrata, Gabrielle Giffords. El hecho, ocurrido en Tucson, Arizona, tuvo como saldo seis muertos y ocho heridos dejando a Giffords en estado grave al recibir un disparo en la cabeza. Y una de las víctimas mortales fue la pequeña Christina Green Taylor, quien este domingo cumpliría 10 años, en el aniversario del 9/11. "Que uno de los niños del libro viviera tal tragedia sería lo último que podía venir a mi mente. Fue difícil aceptar que su vida fue arrebatada de una manera tan trágica. Para Trevor también es difícil imaginar que Christina murió. Otra lección difícil que ha tenido que aprender sobre que esas cosas pasan", dijo Naman. Los demócratas atribuyeron la culpa a la ex candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano Sarah Palin, quien subió en Facebook y a su sitio SarahPac, un mapa con las personas que entorpecían su campaña colocando una imagen de los "blancos" que significaban un obstáculo. La lista fue fuertemente criticada por sugerir actos violentos. La republicana se opuso a removerla e incluso lo mencionaba en sus discursos y redes sociales.

El libro de Naman volvió a llamar la atención durante la ceremonia para conmemorar el ataque mortal de Tucson. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo referencia al libro de los niños nacidos ese día y habló sobre la niña asesinada de 9 años. "Cristina llegó a nosotros el 11 de septiembre de 2001, una de los 50 bebés nacidos ese día para aparecer en el libro llamado Rostros de Esperanza. En cualquier ángulo de su foto en ese libro había deseos simples para la vida de un niño", dijo Obama. "Espero que ayudes a los necesitados", según uno de los pasajes leídos por el mandatario. "Espero que te sepas todas las palabras de nuestro himno nacional y lo cantes con la mano sobre tu corazón, espero que corras en los charcos de lluvia. Si hay charcos de lluvia en el cielo, Christina está saltando en ellos hoy", dijo Obama.

El mes pasado Naman publicó una versión actualizada de los mismos 50 niños junto con fotos del 11 de septiembre con pensamientos que expresan cómo harían de éste un mundo mejor.

Los jóvenes del 9/11

Patricia Somers, profesora asociada de la Universidad de Texas, realizó  una investigación con jóvenes que cursaban la universidad o preparatoria durante los atentados, a los que ella llama la generación del 9/11.

Dos meses después del 9/11 Newsweek realizó una encuesta y mostró que 57 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años dijeron ser más serios en sus relaciones; 68 por ciento más serios en los estudios y la mayoría estaba considerando carreras relacionadas con el servicio público, el sector salud y la ciencia.

Acorde con la investigación de Somers, realizada en cinco instituciones diferentes, los jóvenes que cursaban la universidad o la preparatoria en aquel año experimentaron una variedad de reacciones directas: 65.6 por ciento de los estudiantes experimentaron incredulidad o shock como primera reacción y algunos creyeron que era un espectáculo de televisión. "Algo parecido a La guerra de los mundos, de Orson Wells; 45 por ciento experimentó enojo pensando que EU debía responder. "Recuerdo haber estado enojado con los medios por estar haciendo declaraciones sobre quién había sido el responsable sin que en verdad lo supieran", declaró un joven que formó parte de la investigación; 39.4 por ciento expresó  la necesidad de estar con su familia y saber que todos estaban bien. Uno de los estudiantes dijo que a partir de ese día comenzó a tener más contacto con su familia.

Muchos de los estudiantes tuvieron miedo, enojo, desconfianza, necesidad de pertenecer a un grupo, confusión, compromiso civil y conciencia política.

"El primer momento es la compasión después de los ataques y el segundo es cuando los jóvenes comienzan a moverse más allá de la compasión y lo llevan a una acción política" concluye Somers en su investigación.

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