"Me interesa lo sagrado": Claudia Llosa
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Llosa, de 37 años, traslada esta vez a sus personajes a un entorno inhóspito y hostil, en las gélidas llanuras blancas del norte de Canadá.
Berlín, Alemania.- Después de alzarse con el Oso de Oro por "La teta asustada" y llevarse el Teddy Award por su cortometraje "Loxoro", la cineasta peruana Claudia Llosa es ya una vieja conocida de la Berlinale. "Aquí me siento como en familia", cuenta en una entrevista con dpa. Ahora, vuelve a aspirar al palmarés con la poética "No llores, vuela".
La sobrina del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa narra en la única producción española a concurso una fábula de redención centrada en el reencuentro de una madre y su hijo tras 20 años separados. Y como indica el título del filme, parte de lo terrenal para elevarse a un nivel casi místico de comunión con la naturaleza.
La ganadora de un Oscar Jennifer Connelly ("A Biutiful Mind") da vida a Nana, una mujer fuerte con una extraordinaria sensibilidad artística que, a su vez, va desarrollando en fuerza curativa. Un accidente hace que se sienta obligada a abandonar a su hijo mayor (Cillian Murphy), y pasarán décadas sin saber el uno del otro hasta que una periodista (Mélanie Laurent) se cruce en los caminos de ambos.
Llosa, de 37 años, traslada esta vez a sus personajes a un entorno inhóspito y hostil, en las gélidas llanuras blancas del norte de Canadá. "Sentía que quería volver a hablar de lo que me inquieta, pero sin acomodarme en un universo que permite con más facilidad tocar estos temas", explicó sobre el reto de rodar en inglés y en una geografía muy distinta de su Perú natal.
"Pero no significa que no vaya a volver", añadió. Pues en el fondo, la historia de "No llores, vuela", entronca con sus anteriores trabajos a la hora de explorar "ese ADN primitivo", ancestral, que tanto Conenelly como Magaly Solier (protagonista de "La teta asustada" y "Madeinusa") sacan a relucir en los momentos más difíciles.
Aquí, Nana canaliza esa energía elemental "a través del arte y la curación, pero en realidad se trata de un canal para transmitir eso que todos tenemos, esa esencia que poseemos como seres humanos pero que hemos olvidado con la evolución y los avances científicos", explica la cineasta, afincada en Barcelona.
"En realidad, son temas tan amarrados a toda mi filmografía, pero que no se reducen a lo andino, a lo peruano", como ocurría en sus anteriores filmes. Igualmente, también en "No llores, vuela" hay paralelismos estéticos sus anteriores trabajos, pues de nuevo los silencios dicen más que muchas palabras y los elementos más cotidianos están cargados de simbolismo y poesía.
"El simbolismo siempre ha estado presente en mi cine, y ahora, aunque más escondido, sale", explica sobre metáforas como el vuelo de los halcones o la oscuridad de un pozo en medio de un lago helado. "Me interesa lo sagrado, cómo le atribuimos a objetos, personas o elementos ordinarios un don, un poder, porque necesitamos las respuestas", añade.
"No llores, vuela" ("Aloft" en inglés) ha sido elegida para inaugurar el Festival de Cine Español de Málaga el 21 de marzo y llegará a los cines una semana después. Con "La teta asustada", Llosa consiguió además del Oso de Oro ser la primera peruana nominada al Oscar como mejor película de habla no inglesa.
Por Elena Box/DPA