Partido Comunista, un "selecto" grupo al mando de todo en China
COMPARTIR
TEMAS
Aunque el PCCh es hoy la mayor formación política del planeta, con 80 millones de miembros, el acceso a este `club' es restringido y sólo se logra si el candidato dispone de excelencia, contactos y un pasado familiar exento de enfrentamiento con el Estado.
Pekín, China.- Fundado en 1921 en Shanghai sobre la base de la ideología marxista-leninista, el Partido Comunista de China (PCCh) es hoy una formación selecta y elitista que acapara el monopolio absoluto del poder en los diversos estamentos, y cuyos miembros disfrutan de privilegios exclusivos.
Aunque el PCCh es hoy la mayor formación política del planeta, con 80 millones de miembros, el acceso a este `club' es restringido y sólo se logra si el candidato dispone de excelencia, contactos y un pasado familiar exento de enfrentamiento con el Estado.
`Soy del Partido por el bien de mi futuro, no porque me guste el PCCh. Pero en China sólo tenemos una formación política, así que no tengo opción`, explicó a Notimex una estudiante universitaria que se integró a la formación hace dos años.
`El Partido tiene hoy muchos problemas, porque no está fiscalizado. La corrupción, el tráfico de influencias, los hijos que ocupan los puestos de los padres (...) Esto es injusto, pero yo lo acepto porque lo que me interesa del Partido es que me dé un futuro mejor`, agregó, sincera, la joven que pidió no ser identificada por la sensibilidad del asunto.
De esta forma se refiere a las ventajas que tiene en la sociedad china formar parte del PCCh, sobre todo la obtención de un mejor puesto de trabajo o el ascenso más rápido dentro de la jerarquía de una empresa.
Así, el PCCh se ha transformado profundamente desde su fundación, en Shanghai en 1921, y tras su ascenso al poder de la mano de Mao Zedong en 1949, cuando la ideología marxista-leninista más ortodoxa era el núcleo central de las estrategias de la formación.
Tras la muerte de Mao, bajo cuya dirección el Partido y, por extensión, el Estado chino, vivieron algunas de las páginas más oscuras de su historia, como la Revolución Cultural o el Gran Salto Adelante, que provocaron decenas de millones de muertos, el pragmatista Deng Xiaoping llevó a cabo una profunda transformación del PCCh.
El Partido abandonó las derivas ideológicas y se convirtió paulatinamente en una institución cuyo propósito es dirigir la República Popular de China de la forma más eficiente en términos económicos, aunque sin cuestionar jamás su hegemonía en lo más alto del poder.
Para ello ha multiplicado su presencia en todos los estamentos de la sociedad, desde el poder judicial hasta las empresas estatales o las universidades, donde recluta a los nuevos miembros en función a tres coordenadas: excelencia, contactos y un pasado familiar `limpio'.
`El Partido quiere reclutar a los mejores miembros de la sociedad, los quiere integrar en el Partido. Para ello tienes que ser, primero, un gran estudiante, luego, declararte no religioso, y por último tener algún miembro de tu familia en el Partido`, dijo otro joven universitario chino, en pleno proceso de integración al PCCh.
La participación de algún miembro familiar cercano en asuntos como la revuelta de la Plaza de Tiananmen en 1989, cuando los jóvenes salieron a la calle para desafiar el monopolio del PCCh, o la pertenencia al grupo Falungong -prohibido en China por ser considerado una secta- impiden cualquier posibilidad de ser miembro de la formación.
En su 90 aniversario, con los logros incuestionables que suponen haber convertido a China en la segunda economía mundial y haber sacado de la pobreza a cientos de millones de personas en apenas tres décadas, el Partido se enfrenta a nuevos desafíos, sobre todo la corrupción endémica que azota sus filas y la capacidad de dar más libertad política a la población de un país donde los derechos civiles y el crecimiento económico han evolucionado a velocidades muy diferentes.
`El Partido es consciente de la gravedad y el peligro de la corrupción`, admitió el propio presidente chino y también secretario general del PCCh, Hu Jintao.
`Se diría que el PCCh vive actualmente el momento más fuerte, pero al mismo tiempo es el período de mayor debilidad en décadas, a causa de la situación de la corrupción y por el gran resentimiento entre la población acumulado a lo largo de la historia`, explicó a Notimex el profesor de Ciencia Política Zhang Ming, de la Universidad del Pueblo.
Un informe publicado, de forma sorprendente, por el propio Banco Central de China estimó que 17 mil miembros del PCCh y funcionarios del Estado robaron al país 124 mil millones de dólares entre el período desde 1990 y 2008, y sacaron este monto fuera del país.
Esta corrupción endémica, que provocó en 2010 la expulsión de 32 mil miembros del Partido, ha provocado, unido al aumento de las diferencias de renta y a las injusticias sociales, una gran conflictividad en el gigante asiático, donde las autoridades admiten que cada año hay unas 100 mil manifestaciones -muchas de ellas violentas- de protesta.