Rechaza el CNI el proceso de apropiación de ríos y lagunas

Nacional
/ 22 septiembre 2015

    Proyecto de acueducto en Sonora representa el exterminio yaqui

    Vícam, Sonora. "Manifestamos nuestro derecho histórico a la libre determinación como pueblos, naciones y tribus originarios, respetando las diferentes formas que para el ejercicio de ésta decidan nuestros pueblos, según su origen, historia y aspiraciones", declara el Congreso Nacional Indígena (CNI) en su Pronunciamiento de Vícam, leído anoche por Tomás Rojas Valencia, representante de la tribu yaqui anfitriona, como resultado del Foro Nacional "en defensa del agua, la tierra y la autonomía de los pueblos originarios" celebrado aquí.

    Ante el centenario del inicio de la Revolución, el CNI declara tajantemente: "Esa lucha histórica, así como las anteriores gestas, costaron mucha sangre a nuestros pueblos y poco o nada obtuvimos a cambio del sacrificio que hicieron nuestros más viejos abuelos para construir y liberar la patria de todos los mexicanos, pues las sucesivas Constituciones de 1824, 1857 y 1917 ni tan siquiera reconocen nuestra existencia".

    El CNI enfatiza su rechazo al creciente despojo y la apropiación privada de agua, ríos, arroyos, manantiales, aguas profundas, escurrideros, lagunas, esteros, costas, mares, playas "y todo lo que integra los territorios de nuestros pueblos", así como la construcción de acueductos y represas para acaparar y vender el agua. Se opone "rotundamente" a que el recurso, "fundamento de la vida", quede en manos de intereses privados, así como a las leyes, reglamentos y políticas "tendientes a la privatización" del líquido.

    En particular, el CNI se suma al reclamo de las tribus yaqui ante la planeada construcción de un acueducto para drenar la presa El Novillo "por parte de los gobiernos federal, estatal y el empresario Carlos Slim". La obra pretende llevar "casi la totalidad de las aguas del río Yaqui al municipio de Hermosillo para favorecer los intereses inmobiliarios, turísticos y agroindustriales del gran capital".

    La ejecución de dicho proyecto despojaría de sus aguas, sin consulta previa, a la tribu yaqui, "anulando su autonomía y su derecho histórico sobre la cuenca del río, provocando la destrucción de su territorio y el exterminio definitivo de la tribu, así como la afectación profunda del equilibrio ecológico en el sur de Sonora y la ruina de los agricultores del Valle del Yaqui".

    Los delegados indígenas reunidos este el fin de semana, rechazan "la represión gubernamental y paramilitar desatada contra nuestros pueblos". Específicamente, los triqui, de Oaxaca; las comunidades, caracoles y juntas de buen gobierno zapatistas, de Chiapas; la comunidad nahua de Santa María Ostula, Michoacán, y la comunidad tzotzil de Mitzitón, Chiapas.

    San Juan Copala, y en general el doloroso conflicto entre las organizaciones triqui, estuvieron muy presentes en el foro. El CNI asienta: "Nos oponemos al desplazamiento forzado de quienes integran el municipio autónomo de San Juan Copala y a la militarización de la región triqui".

    En consecuencia, exhorta "a mujeres, hombres, niños, niñas, ancianas y ancianos que integran el pueblo triqui a reconstruir su unidad, sin distingo de organizaciones y sin la intromisión de los intereses externos que provocan la confrontación".

    El CNI llama a sostener la autonomía de los pueblos "defendiendo la tierra, el territorio, los montes, las aguas, los seres espirituales y naturales, así como la cultura propia, y fortaleciendo nuestros gobiernos, asambleas, autoridades tradicionales y agrarias, bajo el principio de mandar obedeciendo".

     

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