Ricardo Martínez ilumina el Museo de la Ciudad

Ciudad de México. Más de cien obras del pintor mexicano Ricardo Martínez (1918 -2009), iluminan las salas del Museo de la Ciudad de México, en una exposición retrospectiva que reúne una muestra cronológica de siete décadas de inspiración plástica; desde sus pinturas juveniles fechadas en 1940, hasta las que fueron producidas poco antes de su muerte.

"Desconozco las técnicas pictóricas. Sólo quiero decir que, a mi parecer, Ricardo Martínez hace técnicamente una de las cosas más difíciles: pintar la transparencia descubridora de hombres, mujeres; pintar su verdadera realidad detrás del agua-aire que los envuelve." Escribió el filósofo español Ramón Xirau sobre este artista cuya exposición homónima se inaugura esta noche, en punto de las 19 horas en el recinto de la calle de Pino Suárez, número 30.

La secretaria de cultura capitalina, Elena Cepeda, dijo estar "muy satisfecha porque logramos conjuntar más de 100 obras, fue un trabajo de tejido fino. Lo más hermoso de esta exposición es poder ver, no sólo un magnífico pintor, sino también esa enseñanza de vida de continuar en la búsqueda hasta casi el último momento, de no cansarse".

El recorrido de la exposición que podrá visitarse hasta el 30 de octubre, reúne piezas que proceden, en su mayoría, de la Fundación Ricardo Martínez, pero hay también algunas que son préstamos de instituciones públicas y privadas como el Museo de Arte Moderno, la UNAM, la Fundación Bancomer, la Galería de Arte Mexicano y alrededor de 15 coleccionistas. Otro de los atractivos de la muestra es la exhibición de 50 piezas escultóricas prehispánicas que pertenecieron al pintor.

Sorprendida, Zarina Martínez, hija del artista, y miembro de la Fundación Ricardo Martínez dijo que "hay un cuadro de una figura en rojo, que llegó prácticamente de última hora; yo no la conocía, es una obra no muy típica, por el color. Pareciera que es un regalo".

José Valtierra, uno de los curadores de la exposición se declaró un obsesivo de la técnica y el trabajo de Martínez "estudié su contexto político social y cultural y las influencias que tuvo, para de esa manera presentar al público un discurso representativo de lo que fue el artista en sus diferentes etapas."

Entre los cuadros más importante de la obra de Martínez que se muestran, Valtierra destaca "El Brujo, un cuadro de 1972 emblemático en su carrera, el cual pertenece a la colección del Museo de Arte Moderno y otro cuadro muy importante que trajimos de San Francisco; se llama Hombre en reposo o el tigre, de verdad espectacular".

Entre los seres que habitan la obra de Martínez abundan voluminosas figuras humanas, algunas de ellas acompañadas por perros, Zarina Martínez, dice que hay también "algunos bueyes, hay muy poco paisaje, básicamente; cuadros en los que sólo se adivina la forma cónica de una pirámide y todo lo demás son juegos de luz".

Sobre la relación que Martínez guardó con los perros, que abundan en su pintura, a la hija del pintor le platicaron que "él tuvo perros cuando estaba chico; pero nunca supe ya de adulto que tuviera contactos con estos animales. Mi padre les tenía pánico a los perros".

Esta exposición busca alentar a coleccionistas e interesados en la obra del artista, a brindar apoyo a la Fundación Ricardo Martínez, de la cual Cepeda sabe que se formó "como una voluntad del maestro; él estaba muy interesado en que se hiciera y tres de los hijos aceptaron mantener este deseo e hicieron la Fundación que cuenta con tres cuartas parte del acervo."

Otro de los aspectos que se impulsan en entorno a la figura del pintor es la creación de un Centro Cultural Ricardo Martínez, que estará ubicado en el número 58 de la céntrica avenida Juárez. Cepeda dijo que "están haciendo la propuesta para la construcción, creemos que de esta manera vamos a convencer a sus coleccionistas para que nos apoyen a terminar de juntar los recursos para construirlo, pues en él se va a exhibir el acervo de su colección particular."