Rusia ensaya nuevo misil intercontinental
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El Ministerio de Defensa dijo que para que el nuevo cohete sea incorporado al servicio se requieren al menos cinco lanzamientos de prueba exitosos
Rusia ensayó hoy con éxito su nuevo misil intercontinental Bulavá (Maza), lanzado desde un submarino en posición de inmersión en las aguas del de Marzo Blanco, informó el Ministerio de Defensa ruso.
"El lanzamiento fue exitoso según todos los parámetros. Las cargas fueron lanzadas por el Bulavá hasta la región prevista del polígono de Kurá, en la península de Kamchatka" a miles de kilómetros de distancia, dijo el portavoz de Defensa, Igor Konashenkov, citado por la agencias rusas.
La fuente destacó que el de hoy fue el primer lanzamiento de prueba del Bulavá desde el submarino "Yuri Dolgoruki" , proyecto 955 (código Borey), sumergible de última generación para el que fue diseñado especialmente este misil intercontinental.
De los quince ensayos del Bulavá que se han efectuado hasta ahora sólo ocho han sido considerados exitosos o parcialmente exitosos.
Según el Ministerio de Defensa ruso, para que el nuevo cohete intercontinental sea incorporado al servicio se requieren al menos cinco lanzamientos de prueba exitosos desde el submarino "Yuri Dolgoruki".
Rusia confía en que los Bulavá y los Tópol, misil intercontinental de emplazamiento terrestre, le permitan mantener el equilibrio nuclear con EU por lo menos durante el próximo medio siglo.
El misil R30 3M30 Bulavá-30 (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) tiene un alcance de 8 mil kilómetros y formará parte del armamento de los submarinos nucleares rusos de última generación.
La Armada rusa tenía previsto efectuar el último ensayo en 2008 y comenzar la producción en serie de los Bulavá en 2009, pero los repetidos fallos le hicieron cambiar de planes.
En el marco del proyecto 955, código Borey, Rusia planea construir ocho submarinos con el exclusivo fin de que puedan transportar los Bulavá.
Los militares rusos sostienen que estos misiles son capaces de burlar todos los sistemas de defensa hasta ahora conocidos, incluido el escudo antimisiles norteamericano.
Fabricados por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú (ITTM), los Bulavá pueden portar hasta diez ojivas nucleares de guiado individual que vuelan a velocidades supersónicas.