Salinas de Gortari y Peña Nieto: Similitudes históricas
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Salinas de Gortari comprendió que el convencer al país de la legitimidad de su triunfo era imposible, por lo que mejor apostó por acciones impactantes desde el punto de vista mediático, que le otorgaran credibilidad
UN POCO DE HISTORIA
En 1988 se llevaron a cabo elecciones presidenciales; los candidatos en este entonces eran Manuel Clouthier, del Partido Acción Nacional (PAN); Cuauhtémoc Cárdenas, del Frente Democrático Nacional (FDN) que reunió a los partidos de izquierda y Carlos Salinas de Gortari, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A pesar de que ya se tenía previsto que el candidato del PRI obtuviera la victoria de manera holgada, como había pasado en el proceso que llevó a la presidencia a Miguel de la Madrid, los primeros resultados comenzaron a preocupar al sistema político. Para sorpresa del Instituto Federal Electoral (IFE) que en esos momentos lo controlaba la Secretaría de Gobernación a través de su titular Manuel Bartlett y el PRI, con el consejero electoral, Emilio ChuayfettChemor, las cifras iniciales daban el triunfo parcial a Cuauhtémoc Cárdenas sobre el abanderado priista. La situación llegó a ser tan insostenible que el IFE decidió cortar de tajo la incertidumbre a través de la tristemente conocida "caída del sistema" en el cómputo oficial, cortaron el flujo informativo por una horas y modificaron los resultados revirtiendo las tendencias, para darle el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
Esta nueva maniobra fraudulenta para conservar el poder por parte del PRI-Gobierno, desató una serie de manifestaciones de rechazo tanto en el IFE como en las calles de todo el país;la sensación de fraude que generó la "caída del sistema"fue la gota que derramó el vaso en una sociedad harta por la falta de una verdadera democracia en México. El candidato ganador fue etiquetado como un "impostor" que se había robado la presidencia mientras que el sistema político tuvo otra fractura importante de la que ya no pudo reponerse del todo.
Ya instalado en la presidencia, Carlos Salinas de Gortari comprendió que el convencer al país de la legitimidad de su triunfo era algo prácticamente imposible, por lo que mejor apostó por llevar a cabo acciones contundentes e impactantes, desde el punto de vista mediático, que le otorgaran credibilidad y generaran una percepción de fortaleza y autoridad, sobre todo en la gente más ignorante en temas políticos, que siempre ha sido la gran mayoría en México. La primera de ellas se dio el 10 de enero de 1989, cuando elementos del Ejército irrumpieron en uno de los domicilios de Joaquín Hernández Galicia "La Quina" el entonces líder del poderoso sindicato petrolero.
La detención llamó profundamente la atención de la opinión pública del país porque "La Quina" era un personaje prácticamente intocable en el sistema político mexicano, controlaba al sindicato más importante del país y hasta se jactaba de haber sometido a varios ex presidentes, incluido el propio Miguel de la Madrid. "La Quina" fue acusado por el gobierno federal de acopio de armas y homicidio; no salió de prisión hasta 1997. A partir de ese momento, Salinas de Gortari pudo llevar a cabo su proyecto de gobierno: Organizó un pacto con los principales actores obreros sociales y políticos para estabilizar al país en materia económica, comenzó las negociaciones del Tratado de Libre Comercio y lo más importante, echó a andar Solidaridad, su mega proyecto social con el que se ganó la confianza y credibilidad de los mexicanos más necesitados a través de dádivas y obras pagadas con los recursos de la venta de paraestatales. Cabe recordar que el líder que sustituyó a "La Quina" en el sindicato petrolero fue Carlos Romero Deschamps, y que éste no fue el único sindicato en el que el presidente metió las manos para controlarlo, pues también el 1989, Salinas logró desbancar del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al entonces líder Carlos Jonguitud Barrios, e imponer a la maestra, Elba Esther Gordillo.
UN POCO DE ACTUALIDAD
En 2012 se llevaron a cabo elecciones presidenciales; los candidatos más importantes en eran Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN); Andrés Manuel López Obrador, de la Coalición Movimiento Progresista, que reunió a los partidos de izquierda y Enrique Peña Nieto, de la Coalición Compromiso por México, integrada por el PRI y el Partido Verde.
A pesar de que ya se tenía previsto que el candidato del PRI obtuviera la victoria de manera holgada, la convocatoria del candidato progresista provocó que el tricolor diera paso a una mega campaña propagandística con recursos de origen cuestionable que a los ojos de todos rebasó por completo los topes de recursos impuestos por el IFE.Peña Nieto se hizo presente en todo el país a través de la entrega de despensas, materiales para la construcción, anuncios espectaculares y las famosas tarjetas deMonex y Soriana, con las que se le entregaron recursos económicos a la población más pobre a cambio de su voto.
A pesar de las constantes quejas del PAN y del Movimiento Progresista antes y después de la elección, el IFE cayó en un ataque de sordera y le otorgó el triunfo a Enrique Peña Nieto.
Ya instalado en la presidencia, Carlos Sal.. perdón, Enrique Peña Nieto, comprendió que el convencer al país de la legitimidad de su triunfo era algo prácticamente imposible;sus constantes tropiezos antes y después de la campaña no eran el mejor capital político, por lo que apostó por llevar a cabo acciones contundentes e impactantes desde el punto de vista mediático, que le otorgaran credibilidad y generaran una percepción de fortaleza y autoridad; un copy-paste de la fórmula salinista.
La primera de ellas fue el anuncio con bombo y platillo del llamado Pacto Por México,convocado por el gobierno federal en el que las principales fuerzas políticas se unieron, al menos en el papel, para estabilizar al país y sacar adelante las iniciativas que contribuyan a su desarrollo. La luna de miel que los partidos vivieron con el Pacto Por México se ha ido desvaneciendo en la medida en que se acercan los tiempos electorales.
Tiempo después, en aras de generar una opinión pública mucho más favorable. el gobierno de Peña Nieto dio a conocer la llamada Cruzada Nacional Contra el Hambre, su mega programa social, que busca combatir el hambre y el rezago,asegurando la salud, educación, vivienda, mejor economía y servicios básicos como agua, luz y drenaje, cubriendo en una primera etapa, 400 municipios de todo el país. Este programa, hay que decirlo, ha sido severamente cuestionado por los observadores políticos, quienes lo califican de "electorero", dada la prioridad que en su aplicación se le ha dado a estados, no con índices altos de pobreza extrema, pero sí grandes poblaciones con procesos electorales en puerta.
Finalmente, el presidente Peña Nieto, como su mentor, apostó por llevar a cabo acciones de gran impacto para los medios, en aras de la credibilidad, fortaleza y autoridad que requiere para su gobierno. El pasado 26 de febrero, se dio a conocer la noticia de la detención de Elba Esther Gordillo, lideresa vitalicia del SNTE, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) la acusara de lavado de dinero y desvío de recursos de cuentas del sindicato por más de 2 mil 600 millones de pesos. De acuerdo a las investigaciones, existía una triangulación de fondos que resultó sospechosa para la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, lo que resultó en una indagatoria que incriminó a la "maestra".
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UN POCO DE REALIDAD
Como podemos ver, la historia en México es cíclica, en especial cuando hablamos de cuestiones políticas. El actuar del gobierno de Enrique Peña Nieto resulta ser, como muchos lo preveían, una calca del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, con quien no comparte la preparación o talento político, sino los escenarios de adversidad fruto de la ilegitimidad con la que llegaron al poder y las estrategias que llevaron a cabo para subsanarla, ante una población que al igual que de 1988, es fácil de impactar a través de la televisión Elba Esther Gordillo encarna en sí misma la mafia sindical que sufre nuestro país por lo que merece pagar sus excesos y corruptelas, sin embargo, representa también la selectividad que el sistema lleva a cabo para la aplicación de la justicia, la cual se hace efectiva más por motivos políticos que jurídicos. En el escenario nacional existen personajes como Carlos Romero Deschamps, senador del PRI y líder del sindicato petrolero, quien ha estado sumido en el escándalo público sobre sus excesos y corrupción impune durante muchos años y que extrañamente no han llamado la atención de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda o de la PGR como pasó con la "maestra" Gordillo.
¿Por qué la selectividad jurídica? Porque desde el punto de vista mediático, Elba Esther tenía muchos más reflectores dada su negativa de incorporar al sindicato de maestros a la reforma educativa del gobierno federal y porque públicamente desafió al secretario de Educación, Emilio Chuayfett, a diferencia de Romero Deschamps, quien todavía goza del cobijo del PRI y del presidente de la República desde la campaña política del 2012 y porque no se ha pronunciado en contra de la reforma energética que viene en camino.
Este es el "Nuevo PRI" y su oferta de cambio al pueblo de México: Un salinismo recargado. ¿Sufriremos las mismas consecuencias?