"Start Trek" aterriza en otros territorios para decepción de los "trekkies"

Los Angeles, EU.- Para los "trekkies" (fans de Star Trek) estadounidenses corren tiempos extraños e interesantes. Durante décadas han sido el centro del universo Star Trek, siendo los primeros en tener acceso a los innumerables programas de televisión, películas, convenciones de fans y salones de cómic que surgen de la legendaria serie de ciencia ficción.

Sin embargo, el jueves llegó a los cines el último blockbuster de la franquicia "Start Trek into The Darkness" en Alemania, Reino Unido, Australia, Suiza e Irlanda, mientras que las legiones de entregados fans estadounidenses se han quedado fuera del estreno. Hay cierta frustración, pero ello no ha mermado la emoción por una nueva aventura de los viajeros del espacio.

"Tiemblo cada vez que voy a Internet", dice el ingeniero Will Hayes, que se describe como un "trekkie" de toda la vida. "La película todavía tardará una semana en llegar aquí y sólo pensar que alguien de Alemania o Reino Unido cuente la trama me horroriza", añade.

Hayes y los millones de fans de Star Trek en Estados Unidos nunca se vieron en una situación así. En el pasado, las películas y los programas de televisón apenas tenían recorrido fuera si antes no se levantaba el telón en Estados Unidos.

Pero como los mercados internacionales cada vez tienen mayor peso para los estudios de Hollywood, especialmente para películas de seguimientos masivo como "Into Darkness", que ha costado 195 millones de dólares, los productores han aprovechado todos los medios para hacer más atractivo el filme a nivel mundial.

La película, parafraseando una de las frases promocionales, va donde "Star Trek" nunca había estado. Desde que comenzó la serie, ninguna de las 11 películas previas (la primera fue en 1979) tuvo demasiado impacto internacional. Según la página de la industria "TheWrap", la serie consiguió recaudar más de 1.800 millones de dólares en todo el mundo, pero sólo 312 millones provenían de fuera de Estados Unidos.

Incluso la última película de Star Trek en 2009, que fue la de mayor éxito en toda la saga, sólo consiguió 128 millones de dólares fuera del país de los 387 que recaudó en total.

Pero eso se espera que no sea así en una época de rápida expansión de cines en Rusia, China y otras partes del planeta, y por ello Hollywood ansía conseguir más del doble fuera del país con estos blockbusters.

Desde el inicio de la concepción de esta película, tanto el director JJ Abrams como su equipo de guionistas han intentado aproximar a las audiencias internacionales una leyenda muy centrada en Estados Unidos.

Con la mira en los mercados internacionales, el equipo de producción decidió renunciar en parte a la ciencia ficción, un distintivo de la saga, incluir actores de mayor renombre internacional, incrementar su presupuesto para marketing y publicidad y diseñar un calendario de estrenos que hace arquear las cejas a más de uno.

"Creo que menos 'trekkie' y más acción sería la forma breve de explicarlo", dijo a "TheWrap" el jefe de la distribución internacional de Paramount, Anthony Marcoly. "Básicamente hay más elementos de acción, de aventura y menos material realmente 'trekkie'", agregó.

Los cambios incluyen un guión con una historia más "terrenal", pues el equipo de la nave Entreprise regresa a la tierra, donde se les ha convocado para erradicar la amenaza terrorista que se ha infiltrado en la organización de la flota del Star.

Además, el popular actor británico Benedict Cumberbatch ("War Horse") encarnará al villano, mientras que el director Abrams ("Lost") se ha empleado a fondo con los efectos especiales, que prometen ser espectaculares y que prácticamente estuvieron ausentes de las anteriores aventuras de Star Trek.

Para fans de Start Trek como Hayes suena como una buena fórmula, siempre y cuando no se toque el intrincado pasado de Star Trek. "Vivimos en un mundo diferente al de cuando empecé a ver Star Trek", dice. "Estoy ansioso por ver qué ha hecho JJ Abrams. Lo único que me hubiese gustado es que en Estados Unidos lo hubiésemos visto los primeros".

Por Andy Goldberg/DPA-Reportajes