Tiene 38 años y mide 70 cm; padece síndrome de Peter Pan

Nacional
/ 2 octubre 2015

Dos niños más de Tacotalpa, Tabasco, tienen 6 años y miden 40 centímetros; perdidos en medio de la selva, claman por ayuda

VILLAHERMOSA.- Integrantes de tres familias que viven en el ejido Cuitláhuac ubicado en la selva tabasqueña, en el municipio de Tacotalpa a orillas del río Oxlotán y los ejidos Guanal, Quintana Roo y Pital, colindando con el estado de Chiapas, a 45 kilómetros de la cabecera municipal padecen el síndrome de hipertiroidismo o llamado síndrome de Peter Pan, que les impide crecer.

Candelaria Jiménez Jiménez tiene 38 años de edad, no camina y mide tan sólo 70 centímetros de estatura, según narra su madre Cayetana Jiménez Hernández.

Refiere que su nieto menor, Ángel Pérez Gómez, tiene seis años de edad y mide alrededor de 40 centímetros.

Mariana Pérez Méndez, una niña también de seis años de edad, integrante de otra familia, mide cerca de 40 centímetros.

Su mamá, doña María Elena Méndez Jiménez, explica que los doctores diagnosticaron que Mariana no caminaría y que tampoco hablaría, aunque con esfuerzo asegura que sí camina poquito, pero que se cansa y la tiene que cargar.

Asimismo, dice que habla poco y llega a la escuela, va en primer año de primaria, y lleva una vida casi normal, aunque con las carencias que imposibilitan su sano entorno.

Doña Cayetana, mamá de Candelaria Jiménez, refiere que su hija sólo creció 70 centímetros y que a sus 38 años no caminaba. Narra que desde niña la empezaron a llevar al médico y a los hospitales y que ahí le diagnosticaron que Candita como le llaman cariñosamente padecía el síndrome de hipertiroidismo que le impediría crecer y caminar. Desde niña se quedó de 70 centímetros de estatura.

Cayetana y las otras dos familias claman ayuda y apoyo del gobierno federal, estatal y municipal, así como de organizaciones civiles que quieran y los puedan ayudar, debido a que en la familia no hay varones adultos que apoyen a la economía familiar. Ellas son sólo cuatro mujeres: dos adultas y dos adolescentes, y dos varones niños todavía.

La ayuda que les pueden dar sería con despensas para su alimentación y becas para los que estudian, como una adolescente que va a la telesecundaria. Aseguran que viven en extrema pobreza, su casa tiene el frente de pared de blocks, pero sus láminas están casi deshechas.

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