Usas el positivismo cuando, ante las dificultades, decides pensar que SÍ puedes; cuando cambias de pensar en los “esto no tiene salida”, a los “encontraré la manera de salir adelante”; cuando ves a las personas como aliadas, en lugar de enemigos; cuando eres generoso en lugar de interesado; y principalmente, cuando en lugar de pensar continuamente en todo lo que no tienes, empiezas a agradecer lo que si.