Víctimas del 11-M: "No nos han perdonado la victoria de Zapatero"

Internacional
/ 28 septiembre 2015

Pilar Manjón es la voz de las víctimas de los atentados islamistas de 2004 en Madrid como presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo.

Madrid, España.- Pilar Manjón sigue sin poder evitar las lágrimas al hablar de Daniel. Su hijo menor tenía 20 años cuando hace diez años, el 11 de marzo de 2004, murió en uno de los cuatro trenes de Madrid en los que una célula islamista perpetró el peor atentado terrorista en la historia de España.

"Recuerdo aún el beso del 11 de marzo cuando se fue a la universidad", dice a dpa en una entrevista en la que en ocasiones habla de él en presente: "Dani es...", "a Dani le gusta...".

A Manjón, la muerte de su hijo la llevó a ponerse al frente de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, la mayoritaria entre las víctimas de la masacre en la que murieron 191 personas y más de 1.800 resultaron heridas.

"Solo había dos opciones: quedarte en el sofá de tu casa y llorar o dar un paso al frente para buscar justicia y memoria", explica.

Sufrió el mayor golpe de su vida, pero asegura vivir sin rencor. "Soy un poco como las madres de la Plaza de Mayo: ni olvido ni perdono. Pero el odio es una energía tan inútil que no merece la pena arrastrarla por la vida".

Sindicalista de toda la vida en Comisiones Obreras (CCOO), tenía un puesto de funcionaria que acabó dejando para dedicarse por completo a la asociación que preside desde 2005. Es la cara más conocida de las víctimas del 11-M. Y la revista "Newsweek" la incluyó en 2012 en su lista de las 150 mujeres más valientes del mundo.

Desde la derecha española le han dirigido críticas, algunas furibundas. Llegan de sectores políticos, mediáticos y sociales enmarcados en la llamada teoría de la conspiración, la que atribuyó a ETA la autoría del 11-M o defendió la existencia de lazos entre la organización separatista vasca y los terroristas islámicos.

"Yo he recibido durante todos estos años insultos atroces. Me han dicho que mi hijo estaba bien muerto", cuenta. En su automóvil y en la puerta de su casa han hecho pintadas. Llevó escolta durante años. Y también fue amenazada por radicales islámicos.

"Ojalá hubiera sido ETA. Nos hubieran tratado como víctimas de primera", dice, y denuncia que las administraciones del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy siempre han tratado a su asociación como si fuera "el vagón de cola", con desplantes y de zancadillas.

"No se nos ha perdonado el 14 de marzo y nosotros no tuvimos nada que ver", señala sobre la victoria electoral del socialista José Luis Rodríguez Zapatero sobre Rajoy, el delfín de José María Aznar, tres días después de los atentados. Un "vuelco" que un sector de la derecha española asegura que era el objetivo de los terroristas.

"Si había que suspender las elecciones, que lo hubieran hecho. No mandábamos en eso. Yo estaba buscando a mi niño muerto".

Frente a quienes aún cuestionan la autoría islamista, Manjón agita la sentencia de la Audiencia Nacional en el juicio sobre la masacre, que en 2007 zanjó que fue obra de una célula islamista inspirada por Osama bin Laden. "La verdad es la que está escrita en la sentencia".

Rechaza politización en su asociación, desde la que ofrece asistencia a las víctimas y a sus familias, también ahora en tiempos de crisis económica y "neveras vacías".

La han situado cerca del Partido Socialista (PSOE) e Izquierda Unida (IU) frente a la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cercana al PP y en la que la mayoría de las víctimas son de ETA.

"No nos ha llamado nadie del PSOE ni de IU. El PSOE, de hecho, guardó tanto las distancias para que no lo acusen de utilizarnos que, como en el tango, llegó el olvido". Asegura que nunca ha pensado en meterse en política. "Y nadie me ha llamado jamás para llevarme".

En el décimo aniversario del 11-M hace balance. "Aznar es el único presidente de las Azores que no ha pedido perdón. Bush lo hizo, Blair lo hizo, pero 191 asesinados no importan lo suficiente para reconocer que no cuidó a sus ciudadanos tras dar un paso tan brutal como llevar a España a una guerra".

El mayor logro de la asociación en este tiempo fue el juicio por la masacre, en el que ejerció la acusación. "Las sentencias no lo fueron tanto", dice.

De los 28 acusados, 21 fueron condenados en 2007 en primera instancia a penas de entre tres y más de 40.000 años de prisión. El número de condenados quedó luego en 18 tras la revisión del Supremo. Rabei Osman El Sayed, alias "El Egipcio", presunto instigador de la masacre, fue absuelto en ambos casos por haber sido juzgado ya en Italia, donde purgaba una pena por terrorismo.

Cuando a Manjón se le pregunta por el mayor reto pendiente, responde con contundencia: "Que nos traten como víctimas del terrorismo de primera".

Reclama una ley de reinserción para la víctimas, a muchas de las cuales las secuelas de la masacre impidieron volver a dedicarse a lo que hacían. "Es muy fácil de hacer: '¿Tú qué eras antes, qué secuelas te han quedado, que formación tienes?", dice. Y pide un plan de formación con salidas profesionales y una bolsa de trabajo. "Para volver al cauce de la vida del que nos sacaron el 11 de marzo".

"Queremos que nos traten como víctimas de primera"

Pilar Manjón es la voz de las víctimas de los atentados islamistas de 2004 en Madrid como presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo. Daniel, su hijo menor, tenía 20 años cuando lo mató una de las bombas que explotaron en cuatro trenes de la capital de España.

Por su rechazo absoluto de la teoría de la conspiración a la que dio inicio José María Aznar cuando apuntó directamente a ETA como autora de la masacre, Manjón y su asociación, la mayoritaria entre las víctimas del 11-M, siguen siendo objeto de las críticas por parte de un sector de la derecha política y mediática española.

P: ¿De dónde saca fuerzas una madre que ha perdido a su hijo para ponerse al frente de las víctimas del 11-M?

R: Solo había dos opciones: quedarte en el sofá de tu casa y llorar o dar un paso al frente para buscar justicia y memoria. Yo no nací el 11 de marzo, traía mi mochila vivencial: era una mujer trabajadora, sindicalista, con dos hijos a los que llevé a la universidad estirando el salario. Cuando unos malditos asesinaron a mi hijo, seguí siendo la persona que siempre había sido.

P: ¿Se puede vivir sin rencor?

R: Como no se puede vivir es con él. Eso sí: no los quiero (a los implicados y condenados) cerca de mí. Soy un poco como las madres de la Plaza de Mayo: ni olvido ni perdono. Pero el odio es una energía tan inútil que no merece la pena arrastrarla por la vida.

P: ¿Cuáles fueron los logros más importantes de las víctimas en estos 10 años?

R: Fue un logro el juicio por el 11-M (en el que en 2007 fueron condenados 21 de 29 acusados a penas de entre tres y casi 43.000 años de prisión). Las sentencias no lo fueron tanto. Conseguir que 16 parejas de hecho fueran reconocidas (por las administraciones) como parejas de derecho fue otro logro. Que hayan nacido un montón de niños -ya tenemos más de 200 en la asociación- para demostrarnos que la vida sigue. Que las víctimas sigan viniendo a darme un beso. Y que la puerta de la asociación siga abierta pese a los mazazos de las administraciones.

P: ¿Cuál es el principal reto pendiente?

R: Que nos traten como víctimas del terrorismo de primera. No vamos a dejar que nuestro dolor se pasee bajo ninguna bandera partidaria. Que nos dejen de hablar de politización. No nos ha llamado nadie del Partido Socialista (PSOE) ni de Izquierda Unida (IU). El PSOE, de hecho, ha querido guardar tanto las distancias para que no lo acusen de utilizarnos que, como en el tango, llegó el olvido. Otro reto es una ley de reinserción para las víctimas. Es muy fácil de hacer: '¿Tú qué eras antes, qué secuelas te han quedado, que formación tienes?'. Un plan de formación con salidas profesionales y una bolsa de trabajo para volver al cauce de la vida del que nos sacaron el 11 de marzo.

P: Diez años después hay quien sigue hablando de la supuesta autoría de ETA.

R: Ojalá hubiera sido ETA. Nos hubieran tratado como víctimas de primera. Hay quien lo defiende porque es lo mandado. Es gente del Partido Popular (de Mariano Rajoy) y de la extrema derecha, igual que los que me envían insultos y amenazas. No se nos ha perdonado el 14 de marzo y nosotros no tuvimos nada que ver (en la victoria electoral del socialista José Luis Rodríguez Zapatero tres días después de los atentados). Si había que suspender las elecciones, que las hubieran suspendido. No mandábamos en eso. Yo estaba buscando a mi niño muerto. El diario "El Mundo" y la radio Cope (que han pedido que se siga investigando la supuesta autoría etarra) han llevado al hartazgo a una sociedad que se volcó con nosotros, han hecho que haya gente que me pregunte por la calle si no quiero saber la verdad.

P: La revista "Newsweek" la incluyó en su lista de las mujeres más influyentes y valientes del mundo. ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?

R: Tiro la toalla todos los días, pero al día siguiente la recojo para ducharme y venir aquí.

P: ¿Ha pensado alguna vez en meterse en política?

R: Nunca. Y nadie me ha llamado jamás para llevarme.

P: Usted ha hablado alguna vez de responsabilidades que no se purgaron.

R: Aznar es el único presidente de las Azores que no ha pedido perdón (en las islas portuguesas se decidió la invasión de Irak, el hecho que según Manjón y otros llevó a los islamistas a atentar en España). Bush lo hizo, Blair lo hizo, pero 191 asesinados no son importan lo suficiente para reconocer que no cuidó a sus ciudadanos tras dar un paso tan brutal como llevar a España a una guerra. Estaban mirando para otro lado. Nos abandonaron a nuestra suerte y no se hizo nada.

Por Sara Barderas/DPA

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