La canción de protesta no ha muerto, y un claro ejemplo de esto es la música del cantautor mexicano Gabino Palomares, quien cuenta con una gran trayectoria en el ámbito de la música de protesta mexicana.
Como parte de su gira mundial “Cantos para continuar”, el oriundo de Comonfort, Guanajuato, se presentará en Saltillo el próximo sábado 2 de marzo, para continuar luego en otras ciudades del país como Monterrey, Querétaro, SLP, Guadalajara, y del extranjero, como San Diego, Los Angeles, Chicago, Detroit, Portland, y hasta en Toronto, Canadá.
Gabino Palomares nació en mayo de 1950. Es un artista altamente politizado y activo en las causas sociales, además de ser uno de los fundadores del llamado Canto Nuevo en México, al lado de figuras como Amparo Ochoa, Óscar Chávez y el grupo Los Folkloristas.
Hoy quisimos profundizar el lado activista de su vida, pues él nunca ha ocultado su militancia izquierdista y comunista, y se muestra orgulloso del triunfo de López Obrador, del cual nos dice: “No es el resultado de la casualidad, sino más bien el producto de las luchas históricas del pueblo mexicano desde la Independencia, hasta la Revolución Mexicana, la expropiación petrolera y más”.
“La lucha que ha emprendido AMLO contra la corrupción es importantísima, porque la descomposición de los gobiernos neoliberales dio al traste con todos los derechos del pueblo, generando una tremenda desigualdad, y aunque no todo está resuelto la lucha por borrar esta desigualdad tan indignante en México es la que se está dando actualmente”, dice convencido a VANGUARDIA.
IDEOLOGÍA JESUITA LO MARCA EN SU JUVENTUD
A San Luis Potosí, donde radicó los primeros años de su vida, le debe lo que es, luego que en la universidad un día llegó el sacerdote jesuita Sergio Méndez Arceo a dar una conferencia y su concepción del mundo cambió, “en ese momento entendí la vida de otra forma, con una gran conciencia social”.
Gabino Palomares llegó a la CDMX --donde ha vivido los últimos 50 años--, luego de terminar su carrera de ingeniero químico en San Luis Potosí, con la idea de ser un artista comercial, pero las empresas le proponían cambiar su estilo, “cantar puras pendej... y hasta decir que era argentino”.
Afortunadamente, narra, dio con un lugar en el cual se reunían obreros, líderes sindicales, estudiantiles y activistas: la Peña Tecuicanime (que cerró en 2022), donde llegó a cantar Quilapayún, Mercedes Sosa, Daniel Viglietti, y describe orgulloso que cada semana salía con más de 3 invitaciones para ir a cantar a las organizaciones sociales, lo que borró su intención de ser un artista comercial y entendió que su crecimiento como ser humano estaba ahí, que sus “ideales de justicia, libertad e igualdad estaban más cercanos con esa gente que luchaba por sus derechos”. Era el año 1972 y la represión estaba a flote, hasta les prohibían llevar en estuche la guitarra y tuvo que vivir “golpes y corretizas” de los policías por las represiones de ese entonces.
‘LAS REVOLUCIONES SE HACEN CANTANDO’
Actualmente falta un componente cultural a las organizaciones sociales, asegura: “No se debe concebir un acto político sin una actividad cultural”.
Palomares nos dice que a partir de un festival estudiantil decidió seguir el camino de la canción de protesta, de expresar en la canción lo que estaba pasando en la realidad: “No quería con mi canción hablar de cosas intrascendentes, sino de lo que aqueja al pueblo de México, no solo el amor a mi tierra o a una mujer, esa ha sido mi lucha en este tiempo, pero no ha sido fácil, pues todo está preparado para que a través de los medios masivos de comunicación de México se eduque con una serie de valores y condicionamientso que hacen que la sociedad esté tranquila como con un somnífero para que no se dé cuenta de la realidad”, acota.
“Mi música es un espejo donde quiero que la gente se vea, y a través de mirarse modifique su situación, pero siempre ha sido una lucha a contracorriente, una lucha en que los medios de comunicación y las grandes empresas del espectáculo no se han interesado”, y menciona a Óscar Chávez, quien alguna vez le dijo que esto “no va a ser fácil, solamente la terquedad y la claridad en las convicciones pueden mantenernos en esta lucha tan improtante para nuestro país”.
Al cuestionarlo sobre si cree que el arte y la música tienen un papel importante en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, el auto de La Maldición de La Malinche nos dice que la música de protesta como tal ha existido siempre en México, y ejemplifica mencionando los escritos de temas antiguos contra la intervención francesa, canciones a Juárez, el repertorio de la Revolución Mexicana a través de cronistas y de corridos.
“Dice Mario Bendetti que la canción, el arte, no hace la revolución, pero las revoluciones se hacen cantando, y esto en mi larga experiencia es porque nosotros despertamos una parte fundamental de los movimientos sociales y políticos: la mística. Un movimiento que no tiene mística, no va a ningún lado”, recordando al gran escritor uruguayo.
‘LA REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS, LO MÁS IMPORTANTE QUE VIVE MÉXICO’
Sobre el mayor desafío que enfrenta actualmente la sociedad mexicana, Palomares nos dice que el Presidente de México ha dado a conocer que la revolución de las conciencias es justamente lo más importante y apunta que “en ese despertar el arte, la cultura, los medios alternativos de difusión tienen un gran papel, es decir, hablar a través del arte de la situación de nuestro país. De qué manera estas transformaciones que se están dando necesitan de la mística, y en ese sentido el arte, la música tiene un papel super importante pero que desde mi punto de vista ha sido soslayada la administración de la cultura en México”.
‘MI CANTO SURGIÓ EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES’
Gabino Palomares, quien también cuenta en su haber con libros propios, ya sea de canciones propias o de recopilación de canciones de las épocas más importantes en la lucha en México, nos habla sobre la política represiva de los años 70 en México y cómo influyó en su música: “Los gobiernos neoliberales, como decía Vargas Llosa, fueron la dictadura perfecta, estuvieron manteniendo una idea de que el PRI era el producto de la Revolución Mexicana, y hubo un control tan inteligente de las manifestaciones que lo contradecían y que realmente no nos dimos cuenta, pero quizás las represiones no se daban mayoritariamente al cantar en una casa de la cultura, o un evento, sino en las huelgas, en la toma de tierras, de edificios, con la guerrilla o en los movimientos sociales, y no importaba si eras artista, los golpes venían directamente”.
El autor de libros como “México a través de su canto” y “Cien canciones de amor y patria”, acepta que su canción se hizo en los movimientos sociales: “Mi canción habla de esos movimientos, de las exectativas de la gente cuando están en un movimiento social y político, de la cotidianidad de la gente militante, luchadora, es lo que le ha dado una razón de vida a mi existencia. Yo celebro haberme quedado durante 50 años en este medio porque he visto mucha represión, pero como decíamos anteriormente la convicción, los ideales, porque si alguien se mete acá para tener un espacio artístico está equivocado, porque no resiste la primera embestida represiva, de policías o paramilitares. La convicción y los ideales es lo principal para resistir y combatir la represión”.
EL MÉXICO QUE VIENE
Palomares, como todo idealista, considera que la situación política de México va mejorando, “pues 80 años de neoliberalismo no se van a acabar en 6 años”, asimismo acepta que hay mucho por hacer, pero no del gobierno sino de la gente, “porque el PRI nos dijo que el gobierno iba a hacer todo por nosotros pero no es cierto, si nosotros no luchamos por nuestras reivindicaciones el gobnoiero no lo va ha hacer todo”.
Los desafíos de México son muchos, analiza Palomares, “la inseguridad, que ciertamente depende de las policías, esta violencia en las calles es una obligación del gobierno, pero hay otra violencia, la que vemos en la casa que hemos solapado, la violencia con que se educan a nuestros hijos en las redes sociales, la TV, y ante esa violencia en la casa todos tenemos algo que hacer, pues luego se va a manifestar luego en las calle”, dice.
Gabino, quien ha cantando junto a Mercedes Sosa y Óscar Chávez, nos dice que el actual gobierno ha emprendido una lucha contra los grandes problemas como la corrupción, la violencia, la inseguridad, pero sobre todo la corrupción “que tanto daño le ha hecho a México”, subraya. “Hay derechos que se han convertido en leyes, pero hay que hacerlos realidad y hacer estructura para que los derechos de la mujer, los derechos culturales y tantos más de las nuevas leyes sean realidad, pues los derechos no se regalan, se ganan”.
ESTA LUCHA NO TERMINA EN EL 2024
Por supuesto que México tiene desafíos, comenta el autor de “Hace como un año”, uno es continuar con la lucha que ha iniciado el Presidente, dice, “en los próximos años nos esperan muchas luchas, hace falta hacer realidad la democracia dentro de las organizaciones polÍticas, y creo que esta lucha no empezó en el 2018 y tampoco termina en el 2024”.
Finalmente, Gabino Palomares nos dice que los medios masivos de comunicación “con su arrastre y formadores de una conciencia, van a seguir dominando y haciendo un papel con verdades a medias y boicot”, apuntando que son necesarios medios alternativos que no contaminen los logros de la Cuarta Transformación.
Gabino Palomares se despide invitando a los saltillenses a su concierto este sábado, en el cual no solo hablará de problemas sociales, sino también del amor y el amor en las relaciones igualitarias.