Amar a madrazos: Retrato escrito de la violencia en noviazgos juveniles

Círculo
/ 22 septiembre 2015

Amar a madrazos es una forma de vida muy dolorosa, en la que los jóvenes se enfrentan al conflicto de saber que están sufriendo, pero con la impotencia de no poder cortar una relación que los perjudica

Miguel, un joven de 24 años, intenta suicidarse con veneno para gato. Erika es golpeada en el rostro por su novio de 16 años. Diego recibe de Vanessa, la chica que quería y lo hacía reír, un golpe a puño cerrado en la mejilla izquierda. Ellos tienen algo en común: todos son jóvenes, todos son mexicanos y todos han vivido noviazgos en situación de violencia, han amado a madrazos.

Sus historias junto a las de otros jóvenes, han sido recopiladas en el libro "Amar a madrazos", publicado por Grijalbo y escrito por los periodistas Ale del Castillo y Moisés Castillo.e-consulta se reúne con ellos en la Ciudad de México, a unos días del día del amor y la amistad y a otros tantos de la presentación oficial del libro en la Feria del libro del Palacio de Minería.

 

¿Qué es amar a madrazos?

Amar a madrazos es una forma de vida muy dolorosa, en la que los jóvenes se enfrentan al conflicto de saber que están sufriendo, pero con la impotencia de no poder cortar una relación que los perjudica. En Monterrey nos reclamaban el título del libro, decían que no se podía amar así, pero lo que los involucrados sienten no puede ser menospreciado. Hay una frase en el libro que es terrible pero simbólica: "¿Quién te amará más que yo, que permito que me pegues?"

También es un libro, que narra 19 historias de relaciones donde hombres y mujeres son violentados. Las experiencias son complementadas por la opinión de expertos y con datos estadísticos de la Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo 2007 (Envinov) entre otras herramientas para el lector.

 

Las motivaciones

Yo no sé si la gente no esté harta de la violencia en nuestro país. Nosotros sí, y si pensamos, la violencia nace en nuestra casa, de allí se va a la escuela, luego a las calles. Las relaciones agresivas en los jóvenes son la antesala de la violencia intrafamiliar, si no vemos eso, si la gente no lo entiende, se seguirá reproduciendo y ya no queremos una sociedad en guerra.

Si tú no le dices a alguien hasta donde termina el amor, se pierde el respeto y empieza la violencia, esto se va haciendo cada vez más difícil, agresivo. Sucede que nos acostumbramos a que mi novio me grite y yo piense que es normal, que me cele y me castigue y para mí siga siendo normal.

 

Cuidar a los protagonistas

El detonante es la Encuesta Nacional de Violencia en el noviazgo, que se hace en el 2007, que arroja los primeros datos numéricos registrados sobre el tema. Ignacio Rodríguez Reyna, director de eme-equis, nos pide hacer el reportaje.Nosotros complementamos los números contando las historias. Nos ponemos a contar como las chavas son violentadas y viceversa, retratamos la forma en queella le está dando con el sartén a él. A pesar de que puede parecer morboso, el tema esta cuidado, tratamos de retratar la realidad sin que pareciera nota roja, por respeto a los chavos que se abrieron a contarnos su historia. Es un ejercicio periodístico hecho con la mayor conciencia posible.

Hay que cuidar mucho a la gente que entrevistamos. En las clases de periodismo te repiten que no debemos ponernos a llorar, pero la verdad es que resulta difícil. Nos tocó que había chicas que se empezaban a jalar el cabello, que se pellizcaban la cara. y es complicado mantener la distancia, la objetividad. Pero lo cierto es que no podemos mantenernos indiferentes ante alguien que te está contando cosas atroces.

 

Chavos abriendo sus heridas

Es un proceso muy difícil. Las personas que comparten sus historias tienen un camino en el que asumen la violencia y se recuperan, están del otro lado. Cuando alguien está todavía inmerso en el proceso, que todavía están frescas las huellas de los golpes, los gritos, siempre dicen que no, que no te van a contar. Saben que tienen un problema pero son incapaces de compartirlo. Las personas que están en el libro han dado el salto,han comprendido que fueron violentados, humillados, pero también tienen la intensión de que no les vuelva a pasar y que no le suceda a otra persona.

 

Historia especial

Ale:Una chava que admiro muchísimo por su honestidad, es la que comparte la historia titulada "Mira cómo esta puta te deja". A mí me quedaba muy lejos el fenómeno de la violencia. Ella es una mujer muy fuerte, de unos 25 años, con la que se logró un asunto empático muy interesante, no porque yo me sintiera reflejada con la historia, sino una empatía de género. Lo que a ella le sucedió lo habla, lo reflexiona, lo expone, con una sinceridad brutal. Pocas mujeres son tan honestas.

Moisés: Meterse al reclusorio fue algo complicado. Esperar hasta que uno de ellos se pudiera sincerar, contarte como en un minuto de desesperación su vida cambió. Antes era libre, libre literalmente, pero también libre de culpas. cuenta su historia y a uno lo hace sentir mal.

 

El comienzo de la violencia en el noviazgo

Va más allá del momento en que empieza la violencia. Te gusta alguien que sabes que es como el diablo en calzones, sabes que no tiene el mínimo sentido del respeto y de repente te permites relacionarte emocionalmente con él.

Otro momento son las "pequeñeces" que una, o uno permite. Dejar que te tu pareja te grite, que no te respete con sus amigos, que se burle de ti, que revise tu correo electrónico. Esas cosas crecen y luego se convierten en golpes, incluso en intentos de homicidio.

Empieza desde los conceptos, qué concepto tienes del amor, de la libertad, de la dignidad. desde que uno se relaciona con el otro y piensa que su cuerpo le pertenece. Luego vienen las cosas más simples: "¿Dónde estás?", "¿Por qué no me contestas?", "¿Con quién estabas hablando?". Cuando se te van acabando los amigos es porque ya estás en un momento grave.

El otro día estábamos en una escuela y de repente preguntamos ¿Cómo resuelves los problemas con tu pareja? Y los chicos contestan que a gritos, con groserías. ¡Eso ya es lo normal! Y la verdad es que nadie tiene derecho a tratarte mal.

La verdad es que las chicas y chicos en situación de violencia sienten miedo. Pero luego, cuando las cosas se están poniendo pesadas, tienen relaciones sexuales y todo se relaja, sale la tensión.Es una cuestión terrible, muy grave.

 

La violencia no discrimina

No hay factores que determinen que una relación será de una forma u otra. La violencia no discrimina nada, ni género, ni nivel educativo, estatus social, nada. Dicen que el amor es ciego, entonces tú haces como que no ves que te maltratan, ni ves que te está doliendo. Hay una chica en el libro a quien le da vergüenza estar consciente de que siendo universitaria estaba involucrada en un noviazgo violento. Es un asunto de amar, pero no permitir que pasen estas cosas.

Lo que sí importa es la educación y los ejemplos en casa.Si uno ve que en casa su papá le pega a su mamá, crece pensando que el amor es así. Si tu papá engaña a tu mamá, entiendes que el amor es así. Lo validas. En el libro hay un caso de un joven de 16 años que tiene dos chicas; cuando platicas con él te dice que es normal "mi papá tiene dos y mi hermano tiene dos, es normal". Entonces el primer paso es informar, que exista material para que los jóvenes sepan qué permitir y qué no. El segundo es más complicado, es un ejercicio personal; de nada sirve que conozcas de violencia en el noviazgo si lo permites, si dejas que te revisen el celular, tu correo. se trata de tomar de verdad la decisión de no permitir nada que me haga sentir mal.

 

¿Por qué leer Amar a Madrazos?

Hay que leerlo para conocer. Porque hay que saber lo que está pasando y lo que nos puede pasar. El libro está enriquecido con conceptos, con referentes y con testimonios. Sin duda es un libro que te cambia la vida. La gente se ve retratada. Tal vez no como un personaje principal, pero sí como quien conoce a alguien, un amigo, una amiga, una hija, un familiar.

Esperamos que venga una generación muy diferente, que aprenda a amar desde la niñez, producto de una evolución de la sociedad. Pero para ello los papás deben dejar de ser cobardes, confrontar las situaciones, hablar de sexualidad, de violencia.

Amar a madrazos es un ejercicio interesante en función de que el tema se pone sobre la mesa para reflexionarlo, para discutirlo, debatirlo y que haya una confrontación. Al final queremos buscar la conciliación; lo que buscamos es que se hable del tema.

 

Fuente: Jorge Alonso Espíritu y Pamela Aguado (e-consulta.com)

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