Sin embargo, Román Alberto Cepeda, alcalde de Torreón, en forma por demás prepotente, enfrentó al anterior gobernador en funciones, Miguel Riquelme, con el objeto de que lo apoyara tomando en cuenta que sería el que daría el visto bueno para que fuera el escogido, sin embargo se llegó a la conclusión de que estaría en riesgo el triunfo, ya que el puesto no está al alcance de su cabeza por la inexperiencia y falta de tacto político por lo que fue desechado, situación que a partir de esa fecha Román Alberto alimenta y denota una rabia y un odio contra Riquelme y Manolo, quien finalmente fue el seleccionado por su probada capacidad.