400 años del Inca Garcilaso de la Vega, el primer historiador mestizo

Vida
/ 23 abril 2016

Tras rodearse de intelectuales jesuitas y hebraístas, publicó en 1605 su obra "La florida del inca", un relato sobre aventuras de la expedición del conquistador español Hernando de Soto en el norte de América.

Hace 400 años, en la ciudad española de Córdoba, murió el primer cronista mestizo de América, el historiador y escritor más importante del Perú y el punto de partida de la literatura hispanoamericana: el Inca Garcilaso de la Vega.

Y para celebrar el cuarto centenario de su muerte, España y el Perú le rinden homenaje a quien es considerado el símbolo de unión entre ambos pueblos, con conferencias y exposiciones en universidades y bibliotecas.

Garcilaso nació en la ciudad peruana de Cusco en 1539, durante la época de la Conquista, fruto de la unión del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del inca Túpac Yupanqui. Esa diferencia de culturas marcó profundamente su visión del mundo.

"A los hijos de español e india nos llamaban mestizos, por decir que somos mezclados de ambas naciones; fue impuesto por los primeros españoles y por su significación me lo llamo yo a boca llena y me honro con él", escribió Garcilaso.

Los historiadores cuentan que le tomó 50 años darle significado simbólico a su condición de mestizo. Fue bautizado por su padre como Gómez Suárez de Figueroa y, tras muchos años de conflictos y vivencias, decidió autonombrarse Inca Garcilaso de la Vega.

A pesar de que creció en tiempos convulsos por las guerras civiles entre los españoles en el Cusco, Garcilaso fue un mestizo privilegiado: perteneció a las élites de los conquistadores y los conquistados.

De su familia materna aprendió a hablar el quechua y un sinnúmero de historias del imperio incaico, mientras que el entorno de su padre le enseñó el castellano y cursos de gramática y ciencia.

A los 20 años, Garcilaso tuvo que dejar su principal afición, que lo había acompañado desde la niñez: recorrer las serranías del Cusco y jugar con los parientes indios. Su padre murió y le heredó una alta suma de dinero para que estudiara en España.

El historiador obedeció a su padre y partió hacia Lima, la capital del Virreinato, en un viaje que duró un mes y medio para después embarcarse a la lejana España.

Llegó a Montilla y fue recibido por un familiar de su padre. Allí se quedó a vivir 30 años y cultivó la cultura occidental, se relacionó con intelectuales, aprendió el latín con jesuitas y recibió cartas de amigos españoles y mestizos del Perú.

Así, Garcilaso empezó a juntar información para después empezar a escribir parte de las obras más importantes de la época, entre ellas los "Comentarios Reales de los Incas", el primer hito de la literatura peruana en el mundo.

"Yo escribo, como otras veces lo he dicho, de lo que mamé de la leche y vi y oí a nuestros mayores", decía.

Sus gustos literarios, según los 188 libros de su biblioteca personal, estaban en las crónicas de India, textos de historia clásica y autores italianos, los más reconocidos en esa época.  

El primer escritor americano que publicó en España fue autodidacta. No ingresó a la universidad y se formó en bibliotecas y conversaciones con gente ilustrada.

A los 52 años, dejó Montilla y se mudó a la ciudad de Córdoba. Tras rodearse de intelectuales jesuitas y hebraístas, publicó en 1605 su obra "La florida del inca", un relato sobre aventuras de la expedición del conquistador español Hernando de Soto en el norte de América.

 

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En esa obra, publicada en Lisboa, Garcilaso empezó a formarse como historiador. Para escribir el libro tuvo que aprender técnicas de recolección de datos como entrevistas, al dialogar con soldados que participaron en la expedición.

En 1609 publicó la primera parte de su obra maestra, los "Comentarios reales de los incas", donde narra la historia del imperio incaico a través de sus recuerdos de la infancia y lo que escuchaba de sus parientes andinos.

La segunda parte, que concluyó en 1613 y que fue publicada después de su muerte en 1617, relata la Conquista del Perú por los españoles, las guerras civiles entre los conquistadores y la instauración del Virreinato.

"Yo, incitado del deseo de conservación de las antiguallas de mi patria, esas pocas que han quedado, porque no se pierdan del todo, me dispuse al trabajo tan excesivo como hasta aquí me ha sido y delante que me ha de ser, al escribir su antigua república hasta acabarla".

Murió cuando su prestigio como escritor comenzaba su largo ascenso. Decidió gastar casi la misma cantidad de dinero que heredó de su padre en comprar una capilla en la Mezquita Catedral de Córdoba para ser enterrado a los 77 años.

Garcilaso falleció el 23 de abril de 1616, la misma fecha en que el novelista Miguel de Cervantes Saavedra y el dramaturgo William Shakespeare, aunque siendo exactos no es del todo así, porque las nuevas investigaciones de los expertos sitúan la muerte del autor del "Quijote" el 22 de abril y el de "Romeo y Julieta" algunos días más tarde.

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