Artistas callejeros nacen por necesidad en México
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Ante la falta de oportunidades de trabajo formal, los artistas buscan en la calle su forma de vida
La gran mayoría de los artistas de la calle, como son los malabaristas, estatuas vivientes o músicos, entre otros, desempeñan su actividad por una necesidad de sobrevivencia más que por una auténtica expresión estética o innata.
En entrevista con Notimex, el director del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Efraín Franco Frías, dijo que por ello “les podríamos llamar también los artistas del hambre".
Apuntó que por un lado, los artistas de la localidad, ya sean originarios o avecindados, "surgen al no encontrar espacios formales y apoyos institucionales”.
El experto sostuvo que “se ven en la necesidad de ganar espacios en plazas públicas, en las calles, en el transporte colectivo y en otros lugares del dominio público".
Puntualizó que muchos de los artistas que se manifiestan en las calles, "no tienen una formación profesional, no tienen una calidad artística-estética digna de presentarse en un foro especializado, lo hacen por una necesidad de sobrevivencia, no como una necesidad estética".
Explicó que a diferencia de lo que ocurre en Europa, "aquí estamos en un nivel primitivo, en las grandes capitales europeas para poder hacer arte callejero, ya sea músicos, mimos, malabaristas, entre otras expresiones, se requiere de una autorización formal".
Franco Frías dijo que "para que se expida esta autorización, los artistas necesitan demostrar de manera fehaciente que tienen calidad y capacidad para mostrar un producto artístico al público andante o al público en general".
Subrayó que lo anterior garantiza a los escuchas o espectadores que van a ver o escuchar un trabajo de calidad con intenciones estéticas e intenciones de promoción y difusión de la cultura.
"En nuestro contexto, es muy limitado, no hay duda alguna que sí hay en algunos espacios mimos o malabaristas que tienen habilidades, cierta formación, y que lo hacen como una doble necesidad: de expresión estética pero también de sobrevivencia, pero son una minoría", acotó.
Detalló que hay casos de artistas de la calle que son efímeros, "pero hay algunos lugares que más o menos se han vocacionado como la Plaza Universidad, por donde está la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, en donde los mimos han adquirido su actividad como una vocación".
Aclaró que "esto no es de ahora, ya tiene muchos años, podríamos decir que aunque cambie el elenco la plaza se ha vocacionado y los mimos más o menos alcanzan un nivel estético y de divertimiento que complace, satisface y estimula al público".
Franco Frías mencionó que hay otros tipo de artistas, sobre todo los malabaristas, que se establecen en los cruceros de las avenidas importantes de manera efímera, pero "no duran mucho tiempo por diversas razones".
Puntualizó que muchos han encontrado en su actividad una gran oportunidad de sobrevivencia.
"He visto a una señora que lanza pelotitas al aire, más o menos por la zona de La Minerva, en esta ciudad, desde hace muchos años, pero sin ningún arte, ni gracia, ni dominio del malabarismo; lo hace para conmover a las multitudes porque siempre va acompañada de uno o dos de sus chiquillos".
Manifestó que así como este caso hay otros "que encontraron en un seudo arte un camino para sobrevivir, en una forma de solicitar limosna de manera un poco disimulada".
Expresó que otro caso son las estatuas vivientes, "que no tienen mucho de implementarse aquí, las cuales llegan de Europa".
Afirmó que estás implican una fuerte inversión para caracterizarse y maquillarse, "así como para tener dominio o control del cuerpo o del personaje que imitan, ahí sí se busca no sólo esa función de obtener recursos económicos sino también de una expresión estética".
Franco Frías sostuvo que a ese tipo de expresiones como otras que tienen cierto impacto, "que logran interesar y conmover, y a veces hasta alentar a la población, sería interesante que los ayuntamientos les dieran un apoyo permanente".
Dijo que "hacen falta brigadas de artistas que estén apoyadas por el ayuntamiento, para que muestren exposiciones fotográficas o de pintura, para que tomen las calles y plazas, las estaciones del tren ligero y otros lados para que la danza folclórica y contemporánea sean apreciadas, como ya algunos lo han hecho".
El experto aseguró que es necesario abrir estos espacios públicos, por ejemplo, "para declamar sobre todo la poesía local o nacional, ya que esto permite la promoción y difusión del arte y la cultura, pero sólo se ha hecho de manera esporádica, por lo que sería interesante establecer programas".
Puntualizó que esto implicaría que los interesados "en ocupar las calles, fueran eso exactamente, artistas, y que su espacio de expresión fueran estos lugares públicos".
Destacó que los artistas de la calle "son una expresión de una crisis social y cultural, al no encontrar empleos suficientes, bien remunerados y dignos, muchos que tienen ciertas habilidades artísticas se ven en la necesidad de recurrir de manera informal a este tipo de espacios".
Sin embargo, subrayó que "hay personajes en la calle que son artistas verdaderos que están haciendo un arte alternativo, pero muchos otros son artistas del hambre".
A su vez, el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), David Coronado, comentó en entrevista con Notimex que el aspecto económico es el motivo más obvio por el que surgen los artistas de la calle.
"Porque la gente de algo tiene que vivir, y ser un personaje de estos es una salida que puede resultar fructífera", acotó.
Expresó que las personas que caracterizan 'estatuas vivientes' dedican mucho tiempo para prepararse antes de salir, "para ponerse todo el cuerpo de color plateado, por ejemplo, pintarse el pelo, maquillarse la cara, en un proceso al que le dedican tiempo y dinero para ir a mostrarse por las calles de la ciudad".
El también coordinador del Laboratorio de Estudios sobre Violencia del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) añadió que en Europa "surgen este tipo de personajes, que parecen estatuas pero son personas de carne y hueso".
Explicó que "toda su vida gira en torno a un personaje, no lo hace cualquiera ya que debe tener noción del mismo y cierto conocimiento especializado para saber qué tipo de utensilios, maquillaje y materiales son acordes a su caracterización".