Bebidas energéticas, catalizadores de ataques cardíacos
Preguntar a los pacientes si consumen este tipo de productos debe convertirse en algo habitual para los médicos, asevera la cardióloga Anna Svatikova
El consumo de 473 mililitros de alguna bebida energizante puede provocar aumento en la presión arterial y reacciones hormonales al estrés que elevan el riesgo de un evento cardiovascular, alertaron especialistas del Instituto Mayo Clinic.
En un comunicado, la cardióloga Anna Svatikova, que pertenece a esta organización, dijo que estudios anteriores demuestran que el consumo de bebidas energizantes provoca un aumento en la presión arterial en los jóvenes sanos, sin embargo, existen nuevos riesgos.
Ahora se demostró que el aumento en la presión arterial viene acompañado por incrementos en la norepinefrina u hormona química del estrés, lo que puede predisponer a mayor riesgo de eventos cardíacos, incluso en gente sana, indicó.
Los especialistas del Instituto Mayo Clinic realizaron un estudio piloto aleatorio con un placebo (sustancia que carece de acción curativa pero produce un efecto terapéutico) en 25 voluntarios sanos con una edad promedio de 29 años.
Los participantes consumieron una bebida energizante de casi medio litro y un placebo en orden aleatorio, durante cinco minutos y en dos días diferentes, separados por un lapso máximo de dos semanas.
La bebida del placebo tenía sabor, consistencia y un color similar a los de la bebida energizante, pero carecía de cafeína y otros estimulantes, como taurina, guaraná y ginseng.
Después de consumir la bebida energizante, no sólo aumentó la presión arterial en los voluntarios del estudio, sino que los niveles de norepinefrina subieron casi 74%, comparado frente a un incremento de 31% después de beber el placebo.
La presión arterial sistólica también aumentó después de consumir la bebida energizante en 6%, comparado frente a 3% con el consumo del placebo.
Estos resultados plantean que las bebidas energizantes deben consumirse con cuidado, debido a los posibles riesgos para la salud, dijo la cardióloga.
Preguntar a los pacientes si consumen bebidas energizantes debe convertirse en algo habitual para los médicos, especialmente al interpretar los signos vitales dentro de un contexto agudo, añadió Svatikova.