Coahuila, en el top cinco de tortura hacia mujeres en manos de policías: AI
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El caso de Mónica es uno de tantos en que elementos policiacos se ven involucrados en abusos sexuales, tortura extrema e impunidad inexplicable
Saltillo.- Cada vez que Mónica Esparza Castro se baña, recuerda cómo fue violada una y otra vez por policías municipales de Torreón frente a militares. Está recluida desde hace tres años en un Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Morelos por haberse declarado culpable de pertenecer a un cártel. La joven, en ese entonces de 26 años, lo hizo porque fue obligada mientras veía cómo torturaban a su esposo y a su hermano.
Pasó un tiempo en el que Mónica estuvo únicamente custodiada por una oficial aunque más tarde fueron por ella otros agentes que la llevaron a una bodega donde estaban su hermano y su esposo. Al entrar, Adelaido Flores Díaz, director de la Policía Municipal de Torreón, la recibió con “bienvenida a la fiesta”.
“Ella mira cómo su esposo y su hermano están completamente torturados. A ella también la sumergieron en botes con agua,le cubrían la cabeza con bolsas y le daban toques eléctricos en los genitales y en las piernas. Después los obligaron a los tres a firmar un testimonio para que se responsabilizaran de pertenecer a un cártel, de lo contrario, ella sería violada”, narra Martha Eugenia Castro, madre de Mónica.
La muchacha veía también cómo golpeaban a su esposo con látigos con espuelas de metal y cómo le desprendían la piel de la pierna con un cuchillo. Pero ni ella ni los dos jóvenes sabían de qué manera responder a las preguntas que hacía el director de la Policía, así que empezaron a besarla bruscamente hasta que la violaron frente a los militares que estaban en la misma bodega, según quedó documentado en el informe “Sobrevivir a la Muerte. Tortura de mujeres por policías y Fuerzas Armadas en México”, elaborado por Amnistía Internacional y presentado hace unas semanas en Saltillo.
La Policía llevó a los tres torturados a las oficinas de la PGR en Torreón donde los entregó pero en el camino su esposo no soportó las lesiones y murió en sus brazos. El infierno no acabó ahí, Mónica después fue llevada a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y hasta agosto de 2014 los expertos forenses de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) revelaron que había sido violada y su esposo había muerto debido a las heridas por la tortura.
Apenas en abril de este año la misma CNDH emitió una recomendación para que se investigara el caso.
Coahuila, el cuarto en tortura a mujeres a manos de policías
Diez casos como el de Mónica existen documentados en Coahuila, con esta cifra la entidad se ubica como la cuarta más alta en México, según el diagnóstico elaborado entre septiembre de 2015 y abril de 2016.
Durante el informe presentado por Madeleine Penman, investigadora para México de Amnistía Internacional; Martha Eugenia Castro, madre de sobreviviente de tortura del estado de Coahuila, y Blanca Martínez, directora del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, señalaron que de los 10 casos registrados en esta entidad al menos 3 han sido documentados en Torreón.
Tras ser cuestionado Víctor Zamora Rodríguez, secretario General de Gobierno, únicamente aseguró que eran asuntos que estaban en manos de Homero Ramos Gloria, procurador de Justicia local.
En el informe anual de 2015 la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC) dio a conocer que tenían registrados en ese periodo 31 casos de tortura, aunque no especificó cuántos casos habían sido cometidos en contra de mujeres.
Del centenar de casos documentados en México por Amnistía Internacional en el 33 por ciento las víctimas fueron acusadas de formar parte de grupos de la delincuencia organizada, el 23 por ciento de delitos de narcotráfico, el 22 por ciento de secuestro y el 14 por ciento de posesión ilegal de armas de fuego, expone el informe.
“No nos esperábamos tantos casos como los que hemos encontrado en México, pues de 100 mujeres entrevistadas 97 fueron víctimas de violencia física, 72 sufrieron violencia sexual y 33 fueron violadas durante su arresto”, principalmente por las fuerzas de seguridad asegura Madeleine Penman, investigadora para México de Amnistía Internacional.
De los arrestos examinados en las cárceles federales de Tepic y Morelos la mayoría fueron cometidos por la Policía Federal, seguida de la Policía Estatal, el Ejército, la Secretaría de Marina y finalmente por policías municipales.
El perfil de las víctimas
El tipo de violencia infligida a las mujeres durante las detenciones tiene 2 características: algunos métodos son aplicados para no dejar marcas o rastros visibles, pues de las 100 mujeres 41 dijeron haber sido asfixiadas con una bolsa de plástico u otro objeto similar. En otros casos revelaron haber sido golpeadas en la cabeza (79), estómago o costillas (62), piernas (61), otros (31), oídos (28), glúteos (24), pechos (21) y genitales (16).
Las mujeres, en su mayoría detenidas cuando tenían 27 años, ganaban entre mil y 5 mil pesos mensuales o incluso menos. Al menos 72 de las 100 mujeres entrevistadas tienen hijos o hijas.
“Las mujeres jóvenes, de bajo nivel educativo y con escasos ingresos corren especial peligro de ser detenidas por la Policía o el Ejército… los estereotipos de género desempeñan un papel específico en la tortura u otros malos tratos de que son objeto las mujeres y las personas que no encajan en las convenciones de género, en la medida de que se utilizan prácticas específicas para infringirles dolor y sufrimiento, y garantizar la impunidad de los responsables de esos abusos”, indica el diagnóstico.