Consumir lo mexicano

Politicón
/ 17 marzo 2017
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En las últimas semanas, en redes sociales han circulado varias campañas que invitan a los mexicanos a consumir productos hechos en nuestro País, como una manera de fortalecer nuestro mercado interno y así poder enfrentar el posible impacto económico que sufriría el País en caso de que Trump cumpla sus amenazas de subir los aranceles de los productos provenientes de México.

En principio, dichas iniciativas parecen tener lógica, sin embargo, debemos ser muy cuidadosos en las implicaciones de tales medidas, ya que en el fondo estamos cometiendo los mismos errores que Donald Trump.

Hoy las economías están interconectadas y dependen en cierta medida unas de otras. Además, se debe considerar que si un producto de una empresa extranjera se puede comprar en nuestro País, es debido a que cuenta con una red de distribución o incluso de producción en México, lo que a su vez se traduce en el hecho de que hay muchas familias que dependen directamente de la comercialización de dichos productos.

Miles de empresas transnacionales tienen fábricas, tiendas, corporativos, oficinas de representación, filiales y accionistas en nuestro País, por ende, dejar de consumir en esas empresas implicará, en el mediano plazo, la pérdida de miles de puestos de trabajo en México.

Más de uno podrá argumentar que si bien los empleos de empresas de origen estadunidense se perderían, los mismos se generarían en otras de capital mexicano; sin embargo, la cuestión no es tan sencilla porque es muy difícil encontrar empresas que sean 100 por ciento mexicanas y, más aún, que utilicen insumos 100 por ciento mexicanos.

Muchas de las marcas que las familias mexicanas consumen desde hace décadas han sido adquiridas a lo largo del tiempo por conglomerados internacionales que mantienen los nombres, pero que el capital es extranjero y, por otro lado, prácticamente todas las empresas con dueños mexicanos, en algún momento de sus procesos, compran insumos del exterior, muchos en los Estados Unidos.

Además, se debe considerar que no todos los productos son de fácil sustitución, por ejemplo, no hay grandes compañías de autos mexicanas, pero sí hay muchas armadoras provenientes de distintos países que dan empleos en México, así que optar por los autos que producen éstas es una buena idea para fortalecer nuestra economía.

En resumen, la mejor forma de garantizar el desarrollo de nuestro País, no es cerrando fronteras ni actuar como consumidores nacionalistas; lo que requerimos es abrir más nuestras fronteras, apostar a nuevos mercados e inversores, permitir que los mejores productos de todo el mundo lleguen a México, ya que ello genera empleos, le permite tener ingresos a las familias, los cuales a su vez detonan el consumo de la producción mexicana.

En cambio, castigar a la economía estadunidense tarde o temprano terminará impactando a la nuestra, ya que existe una relación comercial de codependencia que es difícil de reducir en el corto plazo. 

victorsanval@gmail.com
@victorsanval

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